A comienzos de los años 80, cuando los niños de la época veíamos ‘El coche fantástico’ a manos de Michael Knight, y este ordenaba a KITT que se activara la conducción automática para poder ocuparse de los villanos de turno, ni soñando pensábamos que, décadas más tarde, pudiese hacerse realidad.
Actualmente, varias marcas de coches como Tesla, Mercedes-Benz, Audi, BMW, Porsche, Toyota o Volkswagen ofrecen vehículos con algún nivel de conducción autónoma de los cinco que hay, y que van desde el más elemental (nivel 0) donde toda la conducción recae sobre el conductor, hasta el nivel 5, que ofrece una automatización completa, de manera que todo el sistema de aceleración, frenada, dirección, vigilancia del entorno y responsabilidad recae completamente en el sistema autónomo del propio vehículo.
En la actualidad el mayor nivel de autonomía que se ha logrado alcanzar es el nivel 4 (automatización elevada), aunque en España aún no hemos pasado del nivel 2 (automatización parcial) ya que se está desarrollando el marco legal relacionado con la conducción autónoma, mientras que en Europa ya está regulado y actualizado tras la entrada en vigor en julio de 2023 de la nueva normativa de seguridad europea para los automóviles.
A finales de este mismo año, Mercedes Benz sacará una flota de vehículos equipados con el sistema ‘Drive Pilot’, el cual posee una tecnología innovadora que permite al vehículo asumir la tarea de conducción dinámica hasta velocidades de 65 km/h en autopista y durante situaciones de mucho tráfico. Cuando el conductor lo activa el sistema controla la velocidad, la distancia y nos mantiene en nuestro carril. También reacciona ante situaciones de tráfico inesperadas, como virajes bruscos o la necesidad de frenar.
Esto se ha logrado gracias a que los vehículos de conducción autónoma cuentan con una serie de cámaras, sensores y radares que permiten capturar todo lo que está alrededor y procesarlo a tiempo real, que es lo más importante para que actúe de forma inmediata ante cualquier imprevisto; también son capaces de reconocer con precisión el entorno gracias a complejos algoritmos informáticos de ‘deep learning’ de redes neuronales convolucionales que analizan correctamente la situación actual.
Actualmente España se encuentra estancada desde el punto de vista normativo en cuanto a la regulación de estos vehículos, y se debe avanzar en la legislación de tráfico para que no se descuelgue del resto de Europa.
