La jornada ‘Soledades, un desafío colectivo’, organizada por el Ayuntamiento de Zafra y la Junta de Extremadura a través del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD), con la colaboración de la Diputación de Badajoz y la Universidad Popular de Zafra, ha congregado en la localidad pacense a un centenar de personas.
El objetivo de esta jornada, conducida por la profesora de la Universidad de Extremadura Yolanda Deocano. ha sido fomentar el debate, el intercambio de experiencias y la reflexión sobre políticas públicas frente a la soledad, en el marco de la Estrategia Municipal contra la Soledad 2024-2027 del Ayuntamiento de Zafra, que pretende poner en marcha un plan municipal para combatir la soledad no deseada.
El programa incluyó ponencias sobre el envejecimiento activo, la salud pública, las políticas de prevención, la investigación sobre personas centenarias y el papel de las redes para prevenir e intervenir en situaciones de soledad.
La primera ponencia, ‘¿Qué es la soledad?’, impartida por el profesor y catedrático Juan Manuel García González, del Departamento de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, sentó las bases conceptuales y sociales para el resto de la jornada.
A continuación, la jefa de sección de Promoción de la Autonomía en Personas Mayores de la Consejería de Salud y Servicios Sociales, Carmen Marcos Pavo, impartió la ponencia ‘Envejecimiento activo y soledad. Una mirada desde la prevención a través de las políticas públicas en Extremadura’, como inicio de un bloque de contenidos relacionados con estrategias y políticas de prevención del aislamiento en las personas mayores, un colectivo especialmente vulnerable a la soledad no deseada.

Durante su intervención, Carmen Marcos destacó que Extremadura se enfrenta a un reto demográfico importante, el envejecimiento de su población. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, viven en la región más de 230.000 personas mayores de 65 años, lo que representa el 22% de la población total. Además, siete de cada diez municipios extremeños tienen una población “muy envejecida”, y en nueve localidades no hay niños menores de 4 años. Finalmente, el índice de envejecimiento alcanza cifras históricas, con 158 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, llegando a superar el 190% en el global de la provincia de Cáceres.
La soledad afecta especialmente a las personas mayores de 80 años, con más de 24.000 personas en esta franja de edad viviendo solas, y dentro de este grupo las mujeres representan la mayoría. Así, subrayó que la soledad no es solo un problema individual, sino una crisis estructural que repercute en la salud física y mental, incrementando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer, demencia y depresión, y que tiene un impacto comparable al de fumar 15 cigarrillos al día. Además, la soledad genera costes elevados para la sanidad pública y afecta a la cohesión social y la confianza en las instituciones.
Entre las causas de la soledad, Carmen Marcos señaló el impacto de la tecnología y las redes sociales, que a menudo generan conexiones superficiales; las políticas centradas en el individualismo; la transformación del trabajo y la precariedad laboral; la urbanización y la movilidad; y la disminución de la participación en asociaciones y entidades comunitarias.
Como respuesta, presentó una serie de iniciativas y recursos impulsados por la Junta de Extremadura y en concreto por el SEPAD. Entre ellas destacan los Centros de Mayores, presentes en 37 localidades, que ofrecen actividades para fomentar la autonomía, la participación social y el envejecimiento saludable, evitando el aislamiento. Programas como ‘El ejercicio te cuida’ y ‘SEPADCTIVOS’, los clubes de lectura, los viajes para mayores, el voluntariado senior y actividades intergeneracionales buscan crear entornos que favorezcan la interacción social y el sentido de pertenencia.
Además, se han implementado servicios de proximidad, teleasistencia avanzada y apoyo psicológico, y se ofrecen talleres de nuevas tecnologías para reducir la brecha digital y facilitar la comunicación. La colaboración con los ayuntamientos permite ofrecer ayuda a domicilio y servicios específicos para combatir la soledad en 45 localidades, con una inversión significativa.
Carmen Marcos concluyó que la prevención de la soledad requiere una respuesta colectiva e innovadora, basada en la creación de comunidades cuidadoras y confiables, donde las personas mayores puedan sentirse integradas, valoradas y acompañadas. También animó a seguir trabajando en la sensibilización, la transversalidad de las políticas, el fomento del voluntariado y el fortalecimiento de los lazos sociales, especialmente en el entorno rural, para construir una sociedad más compasiva y cohesionada.
La última actividad de la jornada fue la mesa redonda ‘El valor de las redes para prevenir e intervenir en situaciones de soledad’, que sirvió para compartir experiencias y proyectos de intervención comunitaria, y en la que se puso de manifiesto la importancia de las redes sociales, tanto formales como informales, para detectar y combatir situaciones de soledad.

La clausura de la jornada estuvo a cargo de la directora gerente del SEPAD, Estrella Martínez Lavado, y del alcalde de Zafra, Juan Carlos Fernández Calderón, quienes coincidieron en destacar la relevancia del trabajo conjunto entre instituciones y sociedad civil para avanzar en el abordaje de este problema. Además, Estrella Martínez destacó la importancia de la escucha activa, el conocimiento de las necesidades individuales y el empoderamiento social, además de valorar los proyectos comunitarios surgidos en torno a esta situación social.
El diseño del programa favoreció la reflexión colectiva, el análisis de datos y la exposición de buenas prácticas, permitiendo a los asistentes identificar retos y oportunidades para afrontar la soledad desde una perspectiva integral y comunitaria.