Me es muy grato dedicar la columna ‘Desde la Torre Lucía’ de junio a un buen amigo y mejor persona, con motivo de su próximo cumpleaños el 1 de julio. Califico sus 75 años como de continuo servicio a Extremadura.
Todo lo que tiene de ‘hombretón’, de perfil físico ‘gigantesco’, lo tiene de bonhomía, de capacidad en el trabajo y de afectividad en lo amistoso. Es, ha sido y continuará siendo ejemplar persona.
Le adornan tres virtudes ciudadanas: es persona ética, de buenas costumbres; es persona cívica, cumplidora de las leyes de los hombres; y es persona participativa, como demuestra su rica biografía.
Trasladar a esta columna su curriculum vitae nos supondría dedicar durante varios meses nuestro espacio en exclusiva para publicarla. Pero también simplificarla tiene su problema, qué decir y qué dejar sin publicar. Vamos a intentarlo.
Antonio Ventura Díaz Díaz nació el 1 de julio de 1948 en Campanario (Badajoz); está casado con Pachy y tiene dos hijas: Maika y Elvira; y dos nietos: Antonio Ventura y José María. Es licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid; doctor en Psicología por la de Salamanca; profesor del Máster de Gerontología de la Universidad de Salamanca; y profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Extremadura.
En su dilatada existencia ha dirigido y coordinado numerosos congresos en distintas áreas científicas relacionadas de manera especial con la geriatría, la gerontología, la psicología, la discapacidad, el humanismo y la historia, al tiempo que pronunciaba conferencias en varias universidades españolas, europeas, iberoamericanas, de Estados Unidos, en la Unesco en Paris, en el Parlamento Europeo…
Es autor de más de medio centenar de publicaciones profesionales, en solitario o en colaboración, de índole científica y universitaria, destacando las relacionadas con la Psicología, la Geriatría, la Gerontología y la Historia de Extremadura.
Pero esta vida universitaria la compaginó con el desempeño de cargos de responsabilidad en el ámbito de la Administración regional desde la Preautonomía. Entre otros, director del Gabinete de la Presidencia de la Junta de Extremadura; secretario general de la Presidencia de la Junta de Extremadura; consejero de Cultura de la Junta de Extremadura; vicepresidente, con Juan Carlos Rodríguez Ibarra de presidente; responsable del Pabellón de Extremadura en la Expo92 de Sevilla; coordinador responsable de la organización de todas las visitas a Extremadura de todos los miembros de la Casa Real; y, por si parece poco, director de la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste desde sus comienzos, coordinando la entrega del Premio Europeo Carlos V a Jacques Delors, Wilfred Martens, Felipe González, Mijaíl Gorbachov, Jorge Sampaio, Helmut Kohl, Simone Veil y Javier Solana, entre otros.
Falta todavía consignar su participación en lo social: miembro de la Ejecutiva de la Asociación Extremeña de Fundaciones; presidente de la Asociación Síndrome de Down de Extremadura; presidente del Cermi Extremadura y miembro del Cermi estatal; consejero-asesor de Vocento; y vicepresidente ejecutivo del Instituto Iberoamericano de Investigación y apoyo a la discapacidad intelectual, con sede social en Monterrey (México) y Madrid.
Todo este buen quehacer le ha proporcionado numerosos reconocimientos, como la Encomienda de la Orden del Mérito Civil, otorgada por el rey Juan Carlos I; la Encomienda del Rey Leopoldo, otorgada por el rey Alberto de Bélgica; la Encomienda de Isabel la Católica, otorgada por el rey Juan Carlos I; es Académico de Mérito de la Academia Portuguesa de la Historia; ‘Extremeño de Hoy 2004’, cuando coincidió con la Asociación Placeat, también galardonada, galardón que casualmente se entregó en el recinto de la Torre Lucía de Plasencia, desde donde escribo este artículo; miembro del Honorable Senado Europeo; Premio Cermi; galardón de la Fundación y Asociación Placeat, entre otros. Y lo que nos resta por expresar.
Por eso, en estos tres cuartos de siglo que estamos celebrando de su trayectoria vital, quiero dejar constancia de su vida y andanzas, tan cuantiosa y grande como su ya descrita imagen física.
Buen hijo, solícito esposo, amante padre, cariñoso abuelo, leal amigo, desde la Torre Lucía te envío este merecido laudatorio, para que los extremeños no olvidemos tu importante colaboración, trabajo y empeño en pro de nuestra querida Extremadura.
Felicidades por tu cumpleaños, amigo Antonio Ventura.
