El Colegio de Médicos de Badajoz ha acogido un acto organizado por la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales de la provincia de Badajoz (Alcer Badajoz) para conmemorar el Día Mundial del Riñón.
Además, personal médico y de enfermería de Fresenius Medical Care, junto con voluntarios, pacientes y familiares de la asociación, han habilitado ‘Puntos de salud’ junto a El Corte Inglés y en San Francisco, en los que han ofrecido pruebas para tomar la tensión arterial y medir la glucemia. Bajo el lema ‘¿Están bien tus riñones?’ se quiere sensibilizar a la población sobre la relevancia del cuidado de la salud renal y el fomento de hábitos de vida saludables.
Por otro lado, en todas las farmacias de la provincia de Badajoz se puede acceder mediante un código QR a la información relevante sobre prevención y detección precoz de enfermedades renales.
En el acto del Colegio de Médicos han participado la presidenta de Alcer Badajoz, Patricia García a través de una videoconferencia; el presidente del Colegio de Médicos, Pedro Hidalgo; el gerente del Área de Salud de Badajoz, Demetrio Pérez; la vocal del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz María Medrano; y el jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Badajoz, Nicolás Robles.
En su intervención, Patricia García se ha referido a la insuficiencia renal como un desafío médico y social, en el que todos los actores implicados deben unir esfuerzos para impulsar medidas preventivas. “La comunicación cercana, el seguimiento continúo, el seguimiento y la constante formación son los pilares que fortalecen la capacidad de los médicos para prevenir esta enfermedad”, ha remarcado.
Por su parte, Pedro Hidalgo ha destacado la importancia de la prevención y del uso correcto de los medicamentos. “Las bases fundamentales son la detección precoz, el tratamiento especializado de la enfermedad renal y la incorporación a la estrategia médica de la enfermedad renal crónica”, ha añadido.
Nicolás Robles ha explicado que el nefrólogo es quien diagnostica, pero el ciudadano es el “guardián” de la salud del riñón; también se ha referido a que, si hace 15 años la mitad de los casos de insuficiencia renal eran prevenibles, actualmente son mayores las posibilidades de prevenir una enfermedad renal gracias al desarrollo de los estudios genéticos.
En referencia a la labor de las farmacias, María Medrano ha señalado que “son un punto de salud cercano donde se pretende transmitir a los ciudadanos el mensaje de prevención y cuidado frente a las enfermedades renales”. “La intervención de los farmacéuticos puede mejorar la calidad de vida de los pacientes y optimizar el tratamiento mediante recomendaciones de cómo usar correctamente los medicamentos”, ha defendido.
Finalmente, Demetrio Pérez ha puesto el foco en la prevención y la detección precoz, dado el importante impacto sanitario que provoca la enfermedad renal. También ha destacado que en 2024 se realizaron en la región casi 70 trasplantes renales.
La enfermedad renal crónica se desarrolla de manera silenciosa, sin síntomas evidentes en sus primeras fases, lo que hace que sea difícil de identificar sin controles médicos. Sin embargo, existen factores de riesgo bien conocidos que aumentan la probabilidad de desarrollarla, como la hipertensión arterial, el exceso de glucosa en sangre, la obesidad y el síndrome metabólico, el tabaquismo, el uso excesivo de medicamentos nefrotóxicos y los antecedentes familiares de enfermedad renal.
La prevención debe centrarse en la modificación de estos factores de riesgo, promoviendo hábitos saludables como una alimentación equilibrada, baja en sal y azúcares, rica en frutas, verduras y proteínas saludables; controlar la presión arterial y los niveles de glucosa en sangre de manera regular; realizar ejercicio físico de forma constante para mantener un peso saludable; evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol; y reducir el uso de medicamentos nefrotóxicos y tomarlos solo bajo supervisión médica.
La clave para evitar la enfermedad renal es la detección precoz, a través de pruebas médicas sencillas y accesibles, como análisis de sangre y de orina y el control de la presión arterial. Las personas con factores de riesgo, especialmente aquellas con diabetes o hipertensión, deberían someterse a estos controles al menos una vez al año. La detección temprana permite tomar medidas para frenar la progresión de la enfermedad mediante el tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida.