El pasado 27 de octubre tuvo lugar en la ciudad de Badajoz el VI Congreso Mujer Executiva 360º. Un congreso organizado por mujeres para 400 mujeres y hombres que creen en la igualdad y que saben que aún queda mucho camino por recorrer.
Con una organización y un ritmo perfecto gozamos de un evento impecable, como ya nos tienen acostumbradas desde hace seis años Almattia y Pilar Coslado Santibáñez.
El congreso fue conducido por Ana Pecos, quien hizo referencia a cómo había conocido a Pilar Coslado y Victoria Bazaga a través del programa ‘Mujeres.Son’. Todos los intermedios del evento estuvieron amenizados por el maestro Pedro Monty y la lectura de poemas del libro ‘Nada es Absurdo’, de Laly Serrano, a cargo de la propia Ana Pecos y Carmen Tortonda.
Después de los saludos institucionales se dio paso a la sin igual Ágata Ruiz de la Prada, quien, a través de un discurso tan creativo y colorido como ella, compartió su admiración por la evolución de la ciudad de Badajoz y por los paisajes extremeños. Se asombró de la baja calidad del tren que la había traído, mostrando todo su apoyo a Extremadura en este tema. Se declaró abiertamente feminista desde siempre, defendiendo la educación y la posibilidad de trabajar como pilares importantes para la independencia de las mujeres.
Todas las mesas y ponencias fueron geniales, pero si tengo que elegir una me decantaría por la mesa debate ‘Mujer es Poder’, en la que participaron Blanca Martín, presidenta de Asamblea de Extremadura; Victoria Bazaga, portavoz y consejera de Cultura de la Junta de Extremadura; y María Félix Tena, presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. Somos la única comunidad autónoma donde los cargos máximos de los tres poderes están representados por mujeres. Se aportaron datos como los siguientes: La carrera judicial es realizada por un 70% de mujeres desde hace, al menos ocho años. Sin embargo, tan solo el 10% ocupa puestos de dirección y presidencia. Esta discordancia se extiende a otros muchos ámbitos. Conclusión: Se ha avanzado mucho, sí. Pero aún queda mucho camino por recorrer. “Que no nos empujen, pero que no nos agarren”.
