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Conozco Aspace Badajoz hace ya muchos años, pues soy paralítica cerebral. Esta entidad se fundó el 8 de septiembre de 1979 por un grupo de padres y madres, y desde el principio mantengo vinculación con ella. Conocí entonces a muchos niños que ahora son ya adultos con realidades familiares muy diversas, pero con un denominador común: los padres o cuidadores, entonces jóvenes, son ya muy mayores, y en muchos casos y por diversas circunstancias no pueden prestar la adecuada atención a sus hijos; e incluso en algunos casos los usuarios de Aspace directamente carecen de familia. Es la lógica de la vida, fieramente bella como alguien dijo.
Aspace, construida desde la solidaridad y la atención integral al usuario en todas sus etapas vitales, ha entendido perfectamente la necesidad de preparar soluciones residenciales adaptadas a las necesidades y posibilidades del usuario. Y por eso se dispone a dar un paso más con la puesta en marcha de viviendas para usuarios que puedan llevar una vida semiautónoma. Su director gerente, Carlos Batalla, nos cuenta con ilusión todo lo referente a esta actuación.
“Tenemos un proyecto muy ilusionante. Viene a suplir una carencia y se trata de un programa de vida independiente con algunos usuarios que ahora están en la residencia y que pasarán a vivir en una vivienda comunitaria en un entorno ‘normalizado’ y comunitario para aprovechar los recursos de la comunidad. Nos pusimos manos a la obra por la necesidad de nuevas plazas residenciales, de 24/7, pero se da la circunstancia de que no hay plazas ni en Badajoz ni en muchas otras localidades. Por eso tenemos lista de espera. En nuestro centro de día hay 40 usuarios de más de 30 años, ahora el proceso de envejecimiento supone que hay que buscar soluciones habitacionales. Solo de la demanda interna ya hay 14 familias que necesitan plazas, casi siempre de forma imprevista: una lesión de los padres, un problema de salud, etc. En nuestra residencia tenemos 30 plazas, 28 ocupadas permanentemente y dos de ‘respiro familiar’ para situaciones de emergencia. Ya hay usuarios mayores cuyos padres necesitan ayuda. Nuestra residencia se queda pequeña. La tendencia actual en Europa es ‘desinstitucionalizar’ a las personas con discapacidad, fomentar el apoyo domiciliario, pero esto no siempre cuenta con los medios suficientes. Como aquí no podemos construir infraestructuras, hemos buscado la fórmula para que quienes puedan desarrollar una vida independiente tengan medios para hacerlo. Para ello vamos a llevarlos a estas viviendas, situadas en la avenida de Juan Sebastián Elcano, en Badajoz, y dejamos huecos libres en la residencia”.
“Para conseguir los inmuebles hablamos con todas las instituciones: Ayuntamiento de Badajoz, Delegación del Gobierno en Extremadura, Diputación de Badajoz y Junta de Extremadura. El Ayuntamiento nos ofreció tres viviendas militares que tenía como compensación por la venta de terrenos; están en muy mal estado. Comenzamos a tratar con el Ayuntamiento y nos cedieron dos viviendas pareadas. Después el proyecto le encantó a Miguel Ángel Gallardo, presidente de la Diputación, y decidió que nos ayudaría económicamente. Además, contamos también con ayuda durante tres años de la Fundación ONCE. Unificaremos ambas viviendas ya adecuadamente adaptadas y a ‘cota cero’. Solicitaremos otras ayudas para equipamiento. Ya tenemos los permisos para iniciar las obras y estamos trabajando sobre el terreno. Es un proyecto puntero a nivel nacional; una unidad de convivencia para personas con grandes necesidades de apoyo, usuarios de sillas de ruedas, totalmente adaptada para que vivan solos y en el centro de la ciudad no existe hasta ahora. Este proyecto nos permite estar en el centro de la ciudad, pero de forma independiente”.
Las características esenciales de las viviendas serán “una capacidad máxima de ocho personas, con apoyo de cuidadores. Totalmente adaptada, a cota cero, con grandes espacios y plenamente integrada en la ciudad. Y es que lo que se vende como ‘vivienda adaptada’ no es tal; no existen. Lo bueno de tener que reformar mucho es que nos permite adaptar la vivienda a nuestras necesidades sin problema”.
“El usuario tipo de la vivienda es alguien con parálisis cerebral o discapacidad afín, con altas necesidades de apoyo y cierta capacidad para realizar un proyecto de vida independiente. Creemos en la desinstitucionalización, pero entendemos que no es para todos los usuarios”.
“A nivel social y personal, con estas viviendas pretendemos prestar un servicio a quien lo necesita. Tengamos en cuenta nuestra responsabilidad con nuestros usuarios y sus familias. Que alguien te diga ‘quiero que te quedes con mi hijo cuando yo no esté’ pesa mucho. Esa responsabilidad nos empuja a buscar soluciones habitacionales. A nivel personal trabajamos mucho el enfoque de derecho, el cambio en la mirada. Muchas veces vemos a las personas con parálisis cerebral desde el punto de vista médico, sanitario, y muy protector. Y ahora queremos trabajar el derecho a decidir, cada uno según sus posibilidades. ‘qué me gusta’, ‘qué no me gusta’, ‘qué quiero ponerme’, ‘hasta dónde quiero trabajar’, ‘con quién quiero vivir’, ‘quién quiero que me atienda’, etc.; estamos fomentando el empoderamiento y el derecho a decidir.
“En cuanto a las relaciones con la comunidad de vecinos, una de las primeras actuaciones tras la cesión de las viviendas fue reunirnos con la comunidad de vecinos, para evitar habladurías. Les explicamos qué íbamos a hacer y quedaron encantados con el proyecto, que es positivo para todos”.
“Este es un proyecto piloto, vamos a ver cómo funciona; vamos a ver el comportamiento de la Junta, del Sepad, en cuanto a asumir los costes. Lo ideal sería incrementar el número de viviendas, que cada persona decidiese dónde y con quién vivir y que nosotros le facilitásemos el apoyo para eso. Como sociedad pienso que tenemos que crecer en ese sentido, tanto para personas mayores como para personas con discapacidad. Si conseguimos que estas personas sigan viviendo en su entorno, en su casa y con sus familias, y con todos los apoyos necesarios, perfecto”.
Nosotros daremos todo el apoyo para que se hagan realidad estos proyectos.