Por tradición son muchos los que comparten sus décimos de Lotería con familiares, amigos, compañeros de trabajo…

Para evitar problemas es bueno adoptar algunas precauciones ya que, aunque en principio se asume un pacto de buena fe entre los que comparten lotería, cuando hay dinero por medio todo cambia y conocemos ejemplos de premiados que decidieron no cumplir con su pacto de compartir.

Los décimos y billetes de Lotería Nacional son documentos al portador; es decir, quien tiene el billete físico puede cobrarlo en cualquier momento. Por eso es recomendable que se conozca quién asume la custodia del décimo.

Si el décimo pertenece a varias personas debería quedar justificado, bien mediante recibos o firmando el reverso de los décimos, fotografiarlos o hacerles fotocopias para repartirlas a todos los participantes.

Los participantes no poseedores del décimo deben apuntar el número, la serie y la fracción, así como la cantidad con la que participa cada uno; esto puede quedar claro en el mensaje telefónico acreditativo.

Si se comparte a través de una aplicación de mensajería se debería crear un grupo solo con quienes comparten el décimo de Lotería. Además, todos deberán estar perfectamente identificados, por lo que es oportuno que cada miembro informe de su nombre y apellidos, así como del DNI; también es necesario subir una foto del décimo compartido por todos los miembros del grupo, tanto del anverso como del reverso.

En el mismo grupo de mensajería que vamos a usar para compartir el décimo se debe identificar a quien lo custodia, que será el responsable de repartir el premio, en caso de salir ganador, entre el resto de participantes.

También se debe compartir en el grupo la cantidad de dinero que aporta cada miembro y el reparto del posible premio.

Por último, es oportuno que cada miembro del grupo guarde la conversación y realice una copia de seguridad que contenga todos los datos de participación de cada uno.

Si llega el día y toca algún premio se debe ser cauto y no comentarlo de momento con extraños. Además, hay que guardar bien el décimo, ya que se trata de un documento al portador, que lo puede cobrar quien lo tenga.

Antes de cobrar el premio hay que identificar a los perceptores, si es compartido, para evitar problemas fiscales.

El premio se puede cobrar en una Administración de Lotería cuando es inferior a 2.500 euros. Para cantidades mayores es necesario cobrarlo en una entidad bancaria. En ambos casos se puede recibir en efectivo hasta esos 2.500 euros; el resto será en cheque o mediante ingreso en cuenta corriente.

El décimo premiado puede depositarse en el banco. Si la entidad ofrece pagos adelantados en efectivo o especie, seguramente cobrará posteriormente intereses por ese adelanto. Para evitar problemas fiscales, en este momento se debe declarar quiénes son las personas que comparten el décimo que ha resultado premiado.

En el caso de adquirir participaciones de Lotería, quien tiene el décimo es quien vende la participación. Por lo tanto, también pagan los premios las personas o entidades emisoras a las que se hayan comprado; es habitual que estas personas o entidades hayan llegado a un acuerdo con una entidad bancaria para que se cobren en alguna de sus oficinas.

Si se pierde un décimo lo puede cobrar la persona que lo encuentre. Si ocurre esto habría que denunciarlo antes del 22 de diciembre ante la Policía y el organismo Loterías y Apuestas del Estado, informando en la denuncia del número, la cantidad jugada, la serie y la fracción.