Cuando me dieron la noticia sentí que algo íntimo en mis adentros se fugaba de mi vida. No es que se me haya ido un gran amor, no, es que se nos ha ido uno de los grandes poetas extremeños de todos los tiempos: Cruz, sencillamente, para sus amigos, y para sus colegas literarios.
He de confesar que conocí a Cruz ya tarde, porque tarde me incorporé al grupo literario al que él pertenecía, y tarde me subí al tren de las letras, aunque bastante tiempo llevaba yo escribiendo sobre mis infortunios, y sobre la belleza de la vida, a pesar de que es cruel y no tiene piedad de nuestros débiles corazones.
En este punto hemos de mencionar, una vez más, a la personalidad de Joaquín García-Plata Quirós, promotor cultural cacereño de casta, nieto y continuador de la saga literaria de otro de los grandes escritores y poetas de nuestra tierra, Rafael García-Plata de Osma, que tanto bien hizo a las letras extremeñas, juntando, en unión colaborativa, a diversos escritores, algunos de los cuales formamos un sólido grupo, dentro del cual se contaba nuestro querido Cruz, como heredero directo de Joaquín, en la dirección espiritual de sus poetas, unidos solidariamente.
Otra gran faceta literaria de Cruz, a través de su militancia en Oscec, fue la que dedicó con ahínco a la difusión de las lenguas autóctonas de nuestra tierra. Cruz fue un destacado ‘collaçu’, asiduo participante en las charlas de la organización alrededor de toda la geografía extremeña. Escribió el primer libro de poemas en castúo, bajo la regla ortográfica de Oscec, y era un permanente miembro de ‘La Corrobra’, el programa de Canal Extremadura Radio dedicado a las lenguas extremeñas.
Cruz Díaz Marcos cantó a Extremadura, y cantaba a toda aquella realidad susceptible de ser elevada al altar del genio poético. Y lo hizo sobresalientemente, porque era Cruz un auténtico animal poético, es decir, un poeta por naturaleza, sin ser yo especialista en la crítica literaria, pero mis declaraciones son movidas por la sensibilidad y por la amistad que nos unía.
Te has fugado de nuestras vidas, querido amigo Cruz, pero estás en las entrañas de nuestra tierra extremeña, porque la memoria de lo que dijiste sobre Extremadura no se va a borrar nunca, no me parecería de justicia, dado el valor de tus palabras y del amor que rezuman hacia tu tierra, la que te vio nacer, y la que te ha recogido para siempre en lo más hondo del alma de tus lectores, y de todos los que amamos el bien y el amor, dos conceptos que te definieron perfectamente, Cruz.
Fran Audije
