He preguntado a los lectores de mi revista sobre vuestro país qué es lo que echan de menos por no poder visitar España. Aquí están las mejores respuestas:
El tinto de verano. “Mi amiga Petra, en la Costa Blanca, su deliciosa fideuá y la vista al mar desde su terraza. Además, dejarme llevar por un fresco tinto de verano en la playa de Jávea. Y ‘¡Mañana! ¡Mañana!’ como medicina contra la rigidez alemana”. Marion Tempel, amante del atardecer.
La calle del pueblo. “Jürgen. Tiene 70 años y vive en San Lorenzo, Galicia. Caminar con él entre arroyos y viejos muros de piedra cubiertos de musgo, cocinar con él al final de la calle del pueblo, comer y reír durante horas junto con sus amigos un poco locos”. Eva Maria Albert, aventurera.
Un buen jamón. “La cocina española, la excelente variedad de buen jamón, queso, tortilla española y mucho más”. Steffen Rück, artista de la vida.
Los primos de mi hija. “Que mi hija (2) aún no sabe que yo no soy la única en el mundo que hable español y que no conoce a sus primos de la misma edad; la revitalización del cuerpo a través del sol, el agua del mar y la gastronomía mediterránea; la graciosa arrogancia de los catalanes, que me recuerda mucho a Alemania; el olor a comida frita y la televisión encendida en todas partes, que no molesta a nadie”. Iris Sygulla, medio alemana medio española.
Los montes de Sierra Nevada. “Los montes y las tapas. Los fantásticos puertos de montaña de Sierra Nevada y los Pirineos. Y los riquísimos pinchos con una refrescante cerveza. Angela Bechthold, ciclista de carreras.
El ritmo de la noche. “Las noches de fuego, alimentada por la vitamina D y envuelta en un colorido y fluido vestido de verano. Recorrer las pistas de baile con movimientos rítmicos, desde la bachata hasta la salsa y el pasodoble”. Rebecca Krings, bailarina apasionada.