El aumento de la esperanza de vida es uno de los grandes éxitos de la sociedad contemporánea, pero plantea una pregunta fundamental: ¿cómo aprovechar estos años extra? El psicólogo y gerontólogo Javier Yanguas, director científico del Programa de personas mayores de Fundación La Caixa, señala la necesidad de dar sentido a la vejez más allá del simple descanso y reivindica el papel activo de los mayores en la sociedad actual.
Javier Yanguas sostiene que la vejez ya no puede entenderse como una etapa homogénea. “No se puede meter en un mismo saco 30 años de vida; entre los 65 y los 95 pasan cosas muy diferentes”, afirma. En su opinión, la edad cronológica cada vez tiene menos peso frente a la diversidad de situaciones y trayectorias que marcan la experiencia vital de cada persona mayor.
Estudios recientes respaldan esta visión. Según Javier Yanguas, los 70 años de hoy equivalen, física y cognitivamente, a los 62 de hace tres décadas, lo que obliga a repensar los umbrales y categorías tradicionalmente asociadas al envejecimiento. Esta transformación, defiende, exige un nuevo enfoque social y cultural de la tercera edad.
Lejos de una “vida buena” basada únicamente en el ocio, Javier Yanguas reivindica una vejez activa y significativa: “Hay que proponerse vivir con plenitud, compromiso y en busca de un propósito personal y social”. Así, anima a las personas mayores a mantener la autonomía y apostar por el desarrollo personal, sin renunciar a la contribución al bien común.
El reto va más allá de lo individual. España avanza hacia una sociedad envejecida en la que, pronto, cuatro de cada diez ciudadanos tendrán más de 50 años. “No podemos permitirnos prescindir del talento senior”, advierte Javier Yanguas, quien defiende la importancia de fomentar la conexión intergeneracional y de crear oportunidades de participación para este colectivo.
Finalmente, Javier Yanguas no elude los desafíos asociados a la vejez, como la soledad o la vulnerabilidad, pero subraya que, con los apoyos adecuados y una visión positiva, es posible vivir la última etapa de la vida con dignidad y sentido. Su tarea en Fundación La Caixa se centra en promover este nuevo paradigma, en el que los mayores sean protagonistas activos de una sociedad más justa e inclusiva.