Próximo al coro de la iglesia de San Martín de Trujillo se encuentra un importante órgano barroco. Existieron con anterioridad otros órganos; tenemos noticias del primero, fabricado por el maestro napolitano Horacio Fabri, localizado en 1579 como vecino de Madrid y formando parte de la capilla musical del Rey.
El contrato del órgano que actualmente preside una de las tribunas junto al coro se otorgó el 10 de febrero de 1759 entre don Gonzalo Vicente de Trejo, cura párroco de San Martín junto con sus beneficiados, y don Joseph Antonio de la Rea y Galarza, maestro y fabricante de órganos, enviando la solicitud al obispo de Plasencia.
Concedida la facultad por el obispo, el 23 de noviembre de 1758, el cura procedió al otorgamiento de la escritura. El órgano quedó terminado en abril de 1761, importando la obra 17.300 reales de vellón.
La caja fue ejecutada conforme al diseño de la Rea por un trujillano, don Pedro Díaz Bejarano, “maestro de arquitectura y talla”, que tras reñida subasta con los artistas locales don Antonio Ropero y don Juan Bautista Páez se alzó con la obra. El contrato se suscribió ante notario el 13 de septiembre de 1759.
Las maderas procedían de los pinares de Navarredonda (Avila) y los angelotes se trajeron de Salamanca. Las dimensiones y características responden a un modelo de tipo medio: un solo teclado de octava corta, más de 800 tubos y tres ‘contras’. A uno y otro lado de la consola se encuentran situados los dispositivos de los 12 juegos partidos.
El instrumento, como casi todos los del siglo XVIII, posee una bella trompetería exterior abierta en abanico y de la que destacamos la típica dulzaina. La disposición exterior de la caja presenta tres calles para albergar los tubos, destacándose en planta y alzado la central, rematada esta con una tarjeta heráldica y un ángel con los símbolos del santo titular de la parroquia.
Unos golpes de decoración (vegetales, frutas y paños colgantes) subrayan las líneas estructurales del mueble, enlazando la diferencia de altura de las calles laterales con aletones, animados con roleos y ánforas con flores. A los lados dos ángeles trompeteros al aire completan la decoración fulgurante de oros.