Nacho Campillo. Cantante y compositor
Me fui con 15 años de Extremadura en un autobús que entonces tardaba en llegar a Madrid más de ocho horas, con un sinfín de paradas. Recuerdo aquel viaje como la gran aventura de mi vida, pues después tomaría un avión hacia Londres, donde iba a pasar gran parte de mi adolescencia. Dejaba atrás inconscientemente un mundo infinito de sensaciones, colores, olores, cariños y tantas emociones que marcarían para siempre el devenir de mis canciones.
Años más tarde me di cuenta de lo que me había perdido al abandonar mi tierra tan pronto en pos de forjarme un futuro y una carrera musical que me ha dado tantas satisfacciones.
Y ahora, pensando en volver a mi tierra uno de estos días para echar raíces de una vez por todas, me pregunto qué habría hecho si me hubiera tocado nacer en estas dos últimas décadas en el sitio que siempre he añorado y sigo echando de menos 50 años después.
Extremadura sigue siendo esa tierra que te recibe siempre con los brazos abiertos y, mirándolo desde la perspectiva del que lleva toda la vida viajando por esos mundos de Dios, es uno de los destinos más entrañables que puedas encontrar por la cercanía de sus gentes, su riqueza cultural, y, cuando tengamos muy pronto un tren a la altura de esta tierra sublime, seremos ‘number one’ sin duda alguna.
Para cerrar esta pequeña reflexión os dejo la letra de una reciente canción que he escrito sobre nuestros comienzos en Extremadura y que está dedicada, con todo el cariño, a mi hermano Javier, a nuestra querida tierra y a todas las personas que nos ayudaron a construir un mundo un poquito mejor a través de unos ideales y unos principios basados en el cariño y la empatía, y que, desgraciadamente, se nos están empezando a disipar.
Del mundo lo mejor
Era nuestra guerra, íbamos en paz
éramos la libertad
uno tras el otro, pronto fuimos dos
éramos ya una legión
juntos viajando por la eternidad y algunos más allá
Fuimos invencibles, fuimos el motor
éramos la solución
fuimos lo que fuimos, yo me creía dios,
y era carne de cañón
Fuimos de memoria, fuimos emoción
éramos pura ilusión
fuimos lo que fuimos
siempre una canción
era nuestra liberación
Juntos viajando por la eternidad y algunos más allá
nadie nos enseñó a caminar y aprendimos a volar
Y fuiste tú quien me enseñó del mundo lo mejor
Era nuestra guerra, íbamos en paz
éramos la libertad
uno tras el otro pronto fuimos dos
éramos ya una legión
Uno se irá antes, otro irá detrás, qué larga es la soledad
nunca nos contaron, era lo normal, no me voy a acostumbrar
juntos viajando por la eternidad y muchos ya no están
nadie nos enseñó a caminar y aprendimos a volar
Y fuiste tú quien me enseñó del mundo lo mejor
Hoy miro al cielo y se ha parado el tiempo
aún sueño despierto, vislumbro tu luz
hoy tengo un buen feeling
Fuimos invencibles, fuimos el motor
éramos la solución, fuimos
héroes por un día, Bowie, Marisol
la creme de una generación
juntos viajando hacia la eternidad y muchos ya no están
nadie nos enseñó a caminar, aprendimos a volar
Fuiste tú quien me enseñó del mundo lo mejor
del mundo lo mejor
y eso me llevo yo
Extremadura en el corazón