Si de algo puede presumir la localidad de Puebla de la Calzada es de dar un gran apoyo a la cultura y de ser la cuna de artistas que han mostrado su talento dentro y fuera de Extremadura. Uno de esos talentos es el de la actriz Isabel Moreno. A pesar de su juventud, ha representado varias obras de teatro en muchas localidades españolas. En 2018, ganó el Premio Feten de Interpretación por la obra ‘Lo que queda de nosotros’; y, dos años después, debutó en el Teatro Romano de Mérida con ‘Antígona’. También ha probado suerte en la televisión. Su debut fue en ‘Centro Médico’ de TVE, y actualmente forma parte del reparto de ‘Sueños de libertad’ que, en poco tiempo, se ha convertido en una de las series más vistas de su franja horaria en Antena 3.

¿Crees que has conseguido el sueño de tu vida?
Muchas gracias por este repaso a mi trayectoria. Yo prefiero pensar que los sueños se tardan mucho más en conseguir, hay que seguir aspirando siempre a más para seguir creciendo. Pero, desde luego, esta nueva oportunidad se parece mucho a un sueño cumplido, eso sí es cierto. Estoy muy feliz por poder iniciar una nueva etapa en la industria audiovisual, con un personaje con más recorrido en ‘Sueños de libertad’.

En sus memorias, María Teresa Campos dice que ya estaba acostumbrada a la fama antes de la televisión porque la conocían en su tierra por la radio. En tu caso, partiendo de tu trayectoria previa en teatro forjada en Extremadura, ¿Cómo llevas esta nueva fama?
Bueno, lo gracioso también de nacer en un pueblo es que famosos somos todos, porque ya nos conocemos. Y la verdad es que, en mi pueblo, siempre me han arropado mucho y me han animado a seguir en esto y eso es muy importante para mí. Saber que te quieren bien en casa siempre es un sostén en los malos momentos.

¿Encuentras similitudes de tu personaje con la vida real?
El personaje está muy arraigado en las costumbres de la época, y me veo un poco diferente en cuanto a la independencia y facilidades que tenemos hoy en día. Pero Claudia es una mujer fuerte que ha dado un gran paso al marcharse lejos de su casa para afrontar una nueva vida y luchar por sus sueños. Al final supongo que algo de parecido tenemos, las dos nos hemos marchado de Extremadura para luchar por lo que queremos.

Tu serie está ambientada en la España de 1958, una época en la que muchos extremeños se vieron obligados a emigrar. ¿Cómo ves a Extremadura en la distancia?
Es una pena para todas las ciudades, no solo para las nuestras. Hay profesiones muy difíciles de desempeñar en ciudades pequeñas con menos posibilidades, sobre todo económicas, para poder afrontarlas.

Ahora todo ha mejorado bastante respecto a 1958, pero justamente en mi profesión tenemos que seguir emigrando para poder vivir de lo que nos gusta. No obstante, me siento orgullosa de la red de teatro que tenemos en nuestra comunidad. Creo que muchas comunidades vienen detrás de la nuestra. Deberíamos mantener nuestros logros y seguir apostando por la cultura y el teatro en nuestra tierra. Está llena de grandes profesionales y artistas que merecen reconocimiento, y sobre todo, de oportunidades para poder desempeñar lo que saben hacer de maravilla, que es crear historias en un escenario.

Hablando de la región, has trabajado en muchas producciones extremeñas. ¿Crees que el talento extremeño está bien valorado dentro y fuera de la región?
Justamente hace poco asistí a una reunión en la que proponían hacer una academia de cine extremeña. Hay mucha gente detrás intentando hacer grandes cosas pero se necesita apoyo, sobre todo desde arriba, para poder conseguirlo. Es una pena no tener tantas oportunidades como otras comunidades, y sobre todo, por el desconocimiento de todos los que somos y de quiénes somos.

La revista en la que se lee esta entrevista, Grada, hace un gran esfuerzo para que la cultura sea accesible para todo el mundo, ya que gran parte de nuestro público objetivo son las personas con discapacidad. ¿Cómo valoras este esfuerzo?
Sin duda es algo primordial que todos podamos acceder a la cultura, sin excepción alguna.

¿Qué les dirías a aquellos jóvenes extremeños que quieren dedicarse al arte?
Pues primero que nada ¡Mucha suerte! Querer dedicarse al arte es admirable, pero sobre todo por querer enfrentarte a un panorama más que difícil. Si trabajas duro y, finalmente, si tu trabajo se ve recompensado, es una de las mejores sensaciones del mundo. Pero hay que estar preparado para enfrentar los peores escenarios, valga la redundancia.

Para terminar, ¿Qué legado te gustaría dejar a tus paisanos con tu carrera?
Dejar un legado ya sería increíble. Que puedan recordarte por algo que hayas hecho profesionalmente, pues un logro. No sabría decirte cuál, pero sí que puedan verme en muchos sitios y que les guste mi trabajo. Eso sería muy bonito.