Javier Mendoza es un joven comunicador íntimamente ligado a las Vegas Bajas del Guadiana, entre Montijo y Puebla de la Calzada, apasionado por la imagen y la televisión, cuyo interés por la Comunicación Audiovisual surgió desde muy temprana edad. Siendo niño ya se sentía cautivado por el poder de las imágenes en la televisión y el cine, y ese ‘flechazo’ se ha mantenido a lo largo de su vida. Hoy en día, es un ejemplo de perseverancia y dedicación, superando las barreras que se le han ido presentando en el camino debido a su diagnóstico de Asperger.
A lo largo de su trayectoria académica y profesional ha contado con el apoyo incondicional de su familia, compañeros y profesores, lo cual ha sido clave en su desarrollo. Gracias a su constante empeño es reportero y presentador en Canal Extremadura, tras brillantes calificaciones en sus periodos de prácticas curriculares en la Universidad, demostrando que la discapacidad no es un impedimento cuando se tiene pasión y disciplina. Además, ha expandido su trabajo al ámbito digital con un blog de entrevistas en Grada, mientras sigue formándose como un comunicador versátil en una era donde la adaptación a las nuevas tecnologías es esencial.
Javier ve el periodismo como una herramienta fundamental para preservar la democracia, y está comprometido con su ética y veracidad en un entorno mediático cada vez más complejo. Su historia es un ejemplo de que la constancia y el amor por la comunicación pueden transformar vidas y ofrecer nuevas perspectivas a quienes luchan por su espacio en la sociedad.
¿Cuándo surgió tu interés por la Comunicación?
Desde que tengo uso de razón me he sentido muy atraído por el tema de la imagen. Me atrevería a decir que, en mi infancia, ‘hablaba’ más con la televisión y el cine que con mi familia o personas de mi edad; pasaba más tiempo delante de una pantalla que en una relación cara a cara. Era tanta la fuerza que transmitía una imagen que sentía que quería formar parte de la historia de ese momento. Fue un flechazo a primera vista. No tengo familiares que se dedican al periodismo, pero sí a profesiones relacionadas con la tarea de comunicar, como la docencia. Mi madre y una de mis tías fueron maestras durante muchos años en colegios de Puebla de la Calzada y son muy queridas por muchos poblanchinos, cosa que agradezco. Además, algunos antiguos alumnos de mi madre son amigos míos de toda la vida; un ejemplo del legado que ellas han dejado en el pueblo.
¿Qué te dijeron en casa cuando decidiste estudiar Comunicación Audiovisual?
Siempre me han apoyado, sabiendo lo complicado que es destacar laboralmente en esta profesión; no he tenido ningún problema en ese sentido, y mi familia siempre ha sido fundamental en este camino. A ellos les debo la vida.
¿Cómo te imaginabas tu situación actual, recién graduado, cuando comenzaste a estudiar en la Universidad?
Voy a ser sincero. Yo me imaginaba trabajando en los medios, aunque sabía que iba a ser difícil por mi discapacidad. Eso ha sido así, desde que entré en la Universidad. Pero jamás, en la vida, pensé que los últimos años de grado universitario los iba a compaginar con mi trabajo de reportero. Soy muy afortunado en la vida, y no todo el mundo tiene la suerte que yo he tenido, por lo que creo que mis expectativas se han cumplido más que de sobra.
Tú estás diagnosticado con Asperger. ¿Has tenido apoyos específicos en la Universidad durante tu etapa académica?
Sí. He tenido la suerte de contar con el apoyo de la Unidad de Atención al Estudiante de la Universidad de Extremadura, que ofrece una ayuda muy importante a los estudiantes con discapacidad que llegan a las aulas universitarias. En mi caso, han elaborado informes para cada uno de mis profesores para que tengan en cuenta mis características, me han dado más tiempo para hacer los exámenes y creo que más folios para escribir. Además, debo añadir que me llevo unos profesores y compañeros de la facultad que desde el primer momento me han querido y tratado como uno más y los llevo en el corazón para siempre.
¿Podrías compartir alguna técnica o algún método de organización que te haya ayudado en los estudios?
A mí me ha ayudado muchísimo organizarme por días de exámenes. Yo priorizaba las asignaturas a estudiar según la fecha de los exámenes. Lógicamente, le daba más importancia a las que tenía más cerca. También me organizaba las asignaturas según el número de temas y las páginas de cada unidad. Eso me ha sido de gran utilidad.
Acabas de estar trabajando en Canal Extremadura Televisión, pero tu relación con la televisión pública extremeña surgió años atrás. ¿Cómo recuerdas aquellos inicios?
La historia es muy curiosa. Era septiembre de 2021 y la vacunación contra el Covid19 ya empezaba a implantarse en los jóvenes. Había recibido la segunda dosis de la vacuna y me sentó fatal, tuve hasta fiebre. Al día siguiente no tenía ganas de hacer nada; me levanté, desayuné y me fui a la cama otra vez. Pero mi madre recibió una llamada inesperada; eran mis compañeros del programa ‘Escúchame!’ y querían contactar conmigo para trabajar con ellos. Gritó como loca y me dijo: “¡Javier! ¡Notición! ¡Te han fichado en Canal Extremadura!”. Pensé “¿Será una broma?”. No era una broma y, obviamente, los efectos negativos de la vacuna desaparecieron de golpe. Fue el inicio de algo muy bonito que me ha cambiado la vida radicalmente, y por lo que estaré eternamente agradecido a mis compañeros, por su empatía y humanidad, porque fueron los primeros en darme una oportunidad cuando nadie pensaba en mí. He aprendido y aprendo mucho de todas las personas que he conocido en mi programa porque son como yo, con sus dificultades, pero que luchan cada día para tener un hueco en esta sociedad que sigue excluyendo.
Durante este verano he estado en los servicios informativos, como becario. Un formato completamente distinto, pero con unos compañeros excelentes delante y detrás de las cámaras que, desde el primer momento, me han enseñado cómo se hacen las noticias que ustedes, nuestros lectores, ven cada día en la pantalla. Con esto queda muy claro que la televisión no la forman únicamente los que salen en pantalla; hay un equipo importante de personas que, en cada uno de sus puestos, trabajan incansablemente para que los espectadores sepan qué pasa en el mundo, en su ciudad, en su pueblo o en su calle. Por desgracia, esos compañeros no son muy conocidos por el público, pero su trabajo es digno de agradecimiento, respeto y admiración, y esto lo pongo en valor desde que entré en esta casa porque la tele es, sobre todo, equipo.
Hace un tiempo volví a ver la primera vez que salí en Canal Extremadura. ¡Y estoy hablando de cuando estaba en Secundaria! Tenía unos 13 o 14 años y fue en una pieza sobre el Síndrome de Asperger. Recuerdo perfectamente ese momento. Había una asociación formada por familias de Extremadura que tenían un miembro (normalmente, hijos) diagnosticado con Asperger, y teníamos sesiones con un gabinete de logopedia o psicología de Badajoz. Intervinieron varios padres y yo fui el único de los usuarios que habló. Recuerdo que fue Sherezade Mateos quien me entrevistó, y todavía se acuerda de mí y yo de ella. De hecho, hemos vuelto a coincidir 11 años después como compañeros de trabajo. Los cambios que da la vida. A partir de ahí, empecé a ser entrevistado en mi querido ‘¡Escúchame!’, y también recibí una sorpresa en el programa que presentaba Lola Trigoso por la tarde y que tenía de reportera a una de las presentadoras estrella de Canal Extremadura, Sara Bravo. Luego volví a ser entrevistado por mis compañeros de ‘¡Escúchame!’ cuando entré en la Universidad y así, hasta el día de hoy. Ahora han cambiado las tornas y soy yo el entrevistador. Lo recuerdo con mucho cariño y emoción, sinceramente.
Hace unos meses comenzaste un blog de entrevistas en Grada. ¿Quién querrías que pasase por él?
Ahora que lo pienso detenidamente, creo que Soraya Arnelas, Alberto Ginés, Álvaro Martín Uriol o mis queridos Lola Trigoso o Juan Pedro Sánchez merecen tener un espacio en mi blog por sus más que relevantes méritos.
¿Qué periodistas o comunicadores admiras?
Ramón García es el que más me ha influido siempre. Su naturalidad y su conexión con el público es lo que más me ha llamado la atención. Pero me quedaría corto si no menciono a otros profesionales, como Carlos Sobera, Jordi Hurtado, Jordi Évole, Pepa Bueno, Roberto Leal o María Teresa Campos. Creo que son los que más me han inspirado para ser periodista y comunicador.
¿Crees que tu diagnóstico de Asperger influye en tu enfoque y estilo como comunicador?
Por supuesto. Soy muy tozudo y constante en mis objetivos y no me rindo hasta conseguirlo. La constancia es muy importante en la vida y, en esta profesión, más. Cuando uno entra en la televisión, por poner un ejemplo, debe tener en cuenta que no hay descanso y que el tiempo corre en contra para elaborar los contenidos, por lo que la pasión y el esfuerzo son muy importantes si alguien quiere dedicarse a este mundo. Sé que mis límites me marcarán, pero estoy en la comunicación porque quiero demostrar al mundo que, si quiero, puedo superarme a mí mismo.
¿Qué herramientas digitales consideras imprescindibles para un periodista?
Creo que un periodista que no sepa manejar las redes sociales está perdido, pero no basta con tener una cuenta en Facebook, X, Instagram o TikTok y dejarlo ahí, como si nada. ¿Por qué streamers como Ibai Llanos se convierten en objeto de crítica de algunos compañeros por entrevistar a Messi, preguntar a Mbappé en su presentación como jugador del Real Madrid, llenar el Bernabéu para ‘La velada del año’ o presentar las Campanadas en la Puerta del Sol con Ramón García y Anne Igartiburu? ¿Por qué Cristinini es criticada por dedicarse al streaming y presentar el ‘Grand Prix’? No son periodistas, eso es cierto, pero han sabido adaptarse a las nuevas formas y demandas de consumo que exigen los usuarios. También podemos encontrar a periodistas que tienen su hueco en redes sociales y que informan continuamente de lo que está pasando en el mundo.
Obviamente hay de todo, porque no todos los periodistas cumplen su papel de forma ética; tengo que hacer un llamamiento al sentido crítico y común de la población, porque es lo más valioso para distinguir una verdad de una mentira. Pero a los periodistas no solo se nos exige aparecer en las redes. Últimamente está muy de moda el término ‘periodista orquesta’, porque las nuevas tecnologías han cambiado, para siempre, la forma de hacer noticias. Ahora se nos pide que sepamos manejar herramientas de edición de vídeo, de audio, de imagen o incluso saber idiomas. Esta profesión no para de evolucionar y uno no llega aprendido. Aquí se aprende todos los días y el que cree que lo sabe todo es el primero que se va a su casa. Es así de claro y de simple.
¿Cómo ves la evolución de los medios de comunicación en los próximos años?
En un mundo tan contaminado de bulos los medios son imprescindibles para garantizar la democracia. Sin embargo, creo que la verdad queda relegada por el impacto, el amarillismo, que puede aumentar los ingresos económicos que obtienen los medios. En este sentido, recomiendo encarecidamente la lectura de dos libros: ‘El precio de la verdad’, de Jesús Cintora; y ‘El director’, de David Jiménez. Relatan a la perfección la forma en la que las empresas y los partidos políticos, por ejemplo, están definiendo los contenidos que van a formar parte de los medios, o incluso el modo en que pueden echar a determinados periodistas. Estamos viendo cómo, en determinados países, se censura a los medios críticos, se cierran televisiones públicas o se persigue o incluso se mata a periodistas de conflictos que realizan su trabajo en sitios peligrosos. Y algunos tienen la idea equivocada de llamarlo ‘democracia’. Por suerte, hay periodistas (entre ellos, un servidor) que seguimos y seguiremos reivindicando la dignidad en nuestra profesión, porque sin periodismo no hay democracia, y sin democracia no hay leyes, ni sanidad, ni educación, ni los servicios más básicos para los ciudadanos.
Podría decirse que te has convertido en un habitual en la presentación de los Premios Grada. ¿Cómo te sientes en los momentos previos al inicio de un acto al que asisten tantas personas relevantes de Extremadura?
Los Premios Grada forman una parte imprescindible e indisoluble de mi vida personal y profesional. Obviamente, es un acto que requiere preparación, porque no es un evento cualquiera. El hecho de que asistan autoridades nacionales, locales o regionales, que entre los premiados hayan estado Irene Villa o Enrique Barón, o que hayan actuado Nacho Campillo, Falete o la Orquesta de Extremadura, dan una idea del tipo de gala que es. Mi querido José Antonio Lagar dijo, en una entrevista, que si estás nervioso es porque vales para esto y quieres hacerlo bien. Toda la razón. Cuando los nervios me recorren la piel, me digo a mí mismo: “Quiero que esto empiece para disfrutar, dejarme llevar y decirle al mundo quién soy”. Así entiendo yo el nerviosismo. Pero he de mencionar que siempre he sabido tranquilizarme porque he tenido a magníficos compañeros de presentación y mejores personas: Patricia Berbel, Emilio ‘El Mago’, Lola Trigoso, Paula Sánchez, Nuria Labrador y Juan Pedro Sánchez. A todos ellos les agradezco su profesionalidad y su amistad. Pero hay otra cosa de esta gala que nunca he dicho y que me gusta mucho más, y es que aquí no hay enfrentamiento. Todo el mundo viene por una causa, y es ayudar y dar voz a los que más lo necesitan. Yo nunca he visto discutir en este acto a gente de diferentes signos políticos, como Ignacio Gragera o Miguel Ángel Gallardo, y eso, en estos tiempos de tanta polarización, es algo que se agradece.
¿Cómo manejas el estrés y la ansiedad, especialmente durante épocas de exámenes o ahora, en tu etapa profesional?
Respirando mucho, intentando descansar y buscando la armonía en mi vida. Pero, sobre todo, pienso en que lo más importante es que me he esforzado mucho para conseguir mi objetivo, y que pase lo que tenga que pasar. Mis padres siempre me han dicho que a ellos no les importa la nota que saque en un examen, sino el esfuerzo que yo le haya puesto. Eso es mucho más importante que cualquier otra cosa.
¿Es el empleo, contar con un trabajo estable, el mejor camino para lograr la inclusión social de las personas con discapacidad?
Más que eso, hay que añadir que la empresa confíe en ti por tu talento y no discrimine por tener otras capacidades. Nunca me he encontrado mal porque siempre me he sentido muy bien tratado por mi talento; esta revista y Canal Extremadura son un ejemplo de ello.
¿Qué mensaje le darías a los padres de niños con discapacidad sobre cómo apoyar a sus hijos?
Les diría que el camino que tienen es duro pero que merece la pena si se hace con acierto y decisión y, sobre todo, pensando en lo mejor para su hijo y en las terapias que tiene que realizar. Y, por supuesto, queriendo y apoyando a sus hijos, ya que creo que son uno de los mayores tesoros de la vida.
¿Y qué consejo le darías a alguien que esté considerando estudiar Comunicación Audiovisual o Periodismo?
Seguramente le repetirán que es una carrera difícil, que hay mucho paro. Evidentemente, la situación está complicada, no lo voy a negar. Pero todo lo que he conseguido ha sido a base de esfuerzo y pasión. Lo que le diría a cualquier persona interesada en estudiar Comunicación Audiovisual o Periodismo es que le tiene que apasionar, porque, si no es así, va por mal camino. Pero, sobre todo, le diría que no se rinda, que siga peleando por conseguir salir adelante. Ánimo, cabeza alta y a seguir luchando por el bien de esta profesión.