Coincidiendo con el Día Mundial de la Fibromialgia se ha celebrado en la Asamblea de Extremadura el acto institucional en conmemoración del vigésimo quinto aniversario de la Asociación Extremeña de la Fibromialgia.
Durante su intervención, la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, hizo un llamamiento a los diputados regionales para que asuman con responsabilidad el mandato que les otorga la ciudadanía, recordando la importancia de atender las necesidades que plantean los colectivos sociales, especialmente ante enfermedades como la fibromialgia, que afectan mayoritariamente a mujeres y cuyos síntomas, aunque invisibles, impactan de manera significativa en la vida de quienes la padecen y sus familias.
En este sentido, rememoró la aprobación unánime en 2022 de una propuesta parlamentaria que instaba a la creación de una unidad especializada en fibromialgia y fatiga crónica en la región; y también ha subrayado que la reivindicación de este avance sigue vigente.
Por otro lado, puso en valor la labor desarrollada por la Asociación Extremeña de la Fibromialgia durante estos 25 años, destacando su papel en la visibilización de la enfermedad y en la promoción de iniciativas para mejorar la atención y el reconocimiento de los pacientes.
Por su parte, la presidenta de la Asociación Extremeña de la Fibromialgia, Lourdes Lorenzo, hizo balance de los logros alcanzados en este cuarto de siglo, pero también señaló los retos pendientes, como la falta de comprensión social y el escaso reconocimiento institucional.
Finalmente, la expresidenta de la entidad María Ángeles Galán leyó un manifiesto en el que se denunciaba la “incomprensión e invisibilidad” que sufren los pacientes, y reclamaba el reconocimiento de la fibromialgia como enfermedad incapacitante por sí sola, así como la puesta en marcha de políticas sanitarias que garanticen una atención de calidad y la financiación de proyectos de investigación. El manifiesto también recordaba la necesidad de crear una unidad específica para el abordaje multidisciplinar de la fibromialgia.
La Organización Mundial de la Salud reconoció la fibromialgia como enfermedad en 1992, y se estima que afecta entre el 2% y el 4% de la población mundial, siendo las mujeres el grupo más afectado. En España, colectivos de pacientes y expertos continúan reclamando mayor inversión en investigación y una atención sanitaria adaptada a las necesidades específicas de quienes conviven con esta patología.
La Asamblea de Extremadura reivindica la defensa de los derechos LGTBI
La Asamblea también ha acogido un acto institucional con motivo del Día Internacional Contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, en el que han participado su vicepresidenta primera, Lara Garlito; la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola; la presidenta de la Fundación Triángulo Extremadura, Silvia Tostado; y la vicepresidenta de Extremadura Entiende, Sara Ramos.

Entre los asistentes estuvieron la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, María Félix Tena; la secretaria general de Igualdad y Conciliación de la Junta de Extremadura, María del Ara Sánchez; así como miembros del Consejo de Gobierno autonómico, de la Mesa del Parlamento regional, diputados de la Cámara y otras autoridades.
En su intervención, Lara Garlito subrayó la importancia de proteger y consolidar los derechos alcanzados por el colectivo LGTBI, recordando la represión sufrida por las personas homosexuales en España durante el franquismo y la Transición; de hecho, entre 1970 y 1979 cerca de un millar de homosexuales fueron encarcelados en la prisión de Badajoz, hoy sede del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC), bajo la aplicación de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. Este hecho, señaló, evidencia que no hace tanto tiempo la libertad y la igualdad eran objetivos por conquistar y que la educación fue clave para avanzar hacia una sociedad más justa.
También remarcó que la lucha por los derechos LGTBI no es solo una cuestión de sentimientos, sino de derechos fundamentales, y advirtió que actualmente estos derechos siguen siendo objeto de debate y cuestionamiento. Finalmente, defendió que una sociedad democrática no puede permitir que ser o amar se convierta en motivo de sufrimiento o estigmatización, y reivindicó el papel del activismo y la esperanza para vencer al miedo y la represión.
La jornada concluyó con el despliegue de la bandera LGTBI en la fachada de la Asamblea de Extremadura, símbolo del compromiso institucional con la igualdad y la diversidad.
