Muchas personas mayores de Extremadura se han volcado en ayudar a quienes más lo necesitaban durante la pandemia de forma altruista a través de la Asociación de Voluntarios Informáticos Mayores de Extremadura, Avimex, una labor que ha sido reconocida por la Fundación La Caixa con motivo del Día internacional del voluntariado.
Los voluntarios se han reinventado para dar respuesta a las necesidades del momento, y han expandido sus horizontes participando en el II Foro Virtual Iberoamericano, en la charla ‘El adulto mayor, un tesoro escondido en la familia’, organizado por el Centro de Investigación y Análisis Prospectivo.
La Fundación La Caixa, que desarrolla este programa en colaboración con el Sepad, reconoce el valor de las personas mayores voluntarias como agentes de cambio, y agradece su compromiso con el bien común para la transformación de la sociedad, de todas las edades, especialmente en momentos complejos como el actual. Con el impulso del voluntariado, la entidad quiere fomentar la participación social de las personas mayores, grandes transmisores de valores, experiencias y conocimientos y reivindicar así su papel empoderador dentro de su comunidad.
El proyecto de voluntariado de la iniciativa de Acciones Locales de la Fundación La Caixa ha implicado, desde que se puso en marcha en 2011, a más de 6.300 voluntarios y ha llegado a cerca de 25.000 personas en toda España, y en Extremadura se realiza con la colaboración del Sepad y Avimex.
Por otro lado, el programa de Personas Mayores de la Fundación La Caixa realizó en 2018, en colaboración con la Fundación Pilares, el estudio ‘Personas mayores y Voluntariado’, en el que se analizan los beneficios de estas actividades en las personas mayores y en los usuarios, quienes destacan que es enriquecedor a nivel personal pero también resulta socialmente útil.
Sentirse valorado es el beneficio principal para los mayores que participan, seguido del fomento de las relaciones y habilidades sociales, dar salida a su vocación solidaria, el aumento de la autoestima, la seguridad y la confianza, y mantenerse activos. Además, realizar voluntariado en la comunidad refuerza, para la mayoría de personas mayores, su interés en lo que ocurre en la comunidad. Por otro lado, para los usuarios el bien principal es la autorrealización y adquisición de conocimientos, además del fomento de las relaciones y habilidades sociales, y la mejora de su calidad de vida.