La brutal y despiadada pandemia que estamos atravesando debido a la Covid-19 nos hace extremar las medidas de higiene y seguridad para evitar el contagio del coronavirus. Se han hecho necesarios elementos en nuestra vida que ni siquiera sospechábamos, como los geles hidroalcohólicos y las mascarillas.
Existe una gran variedad de tipos de mascarillas: quirúrgicas, autofiltrantes, higiénicas, etc.; esa gran variedad, unida a la falta de claridad en la información sobre su efectividad, el número de lavados, el tipo de tejido o el número de capas, hace que no sepamos si estamos bien protegidos.
Unas de las que parecen más efectivas son las mascarillas que incorporan tecnología antimicrobiana, como las que distribuye la empresa afincada en Madrid Gamma Health; al crear una capa protectora que reduce la actividad microbiana disminuye el riesgo de una infección hasta en un 99,9%, según la norma ISO 18184:2019. Estas mascarillas son reutilizables e inactivan el coronavirus; su desarrollo ha tenido lugar en Portugal y la avalan distintos organismos médicos internacionales por su alta eficacia y respirabilidad. La clave de su éxito es un revestimiento biocida integrado por diferentes capas que neutraliza el coronavirus cuando entra en contacto con la superficie, siendo completamente inocuo para el ser humano. Además, ayuda a evitar otros problemas secundarios, como irritaciones de la piel debido a la falta de transpiración del tejido, y dificultades respiratorias.
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