Ya desde pequeños, en los cuentos podemos encontrar que la rosa es la reina de las flores, por su delicadeza, su aroma y la diversidad de colores que presenta.
Aprovechando que este mes se celebra el día de San Valentín y aunque existen diferentes teorías, voy a recordar el mito del sacerdote romano Valentín, un médico convertido al cristianismo y ferviente defensor del amor y el matrimonio, que se sitúa en la Roma del siglo III.
Cuando el emperador romano Claudio II prohibió el matrimonio a los jóvenes guerreros, alegando la incompatibilidad del amor con la profesión, tuvo conocimiento que Valentín realizaba bodas en secreto, lo encarceló y condenó a muerte, siendo ejecutado el 14 de febrero del año 270. Mientras Valentín esperaba su sentencia se enamoró de la hija del carcelero, a la que declaró su amor con una rosa roja y una nota. Desde entonces el amor se simboliza con esta bella flor.
Si filosofamos sobre el tallo de las rosas puede llevarnos a plantear la naturaleza de la vida, la dualidad entre el gozo y la tristeza, y cómo algo tan hermoso ha tenido que crear acúleos o aguijones (extensiones punzantes que se desprenden fácilmente, a diferencia de las espinas, más conocidas por todos) para protegerse.
El color rojo estaría relacionado con la fuerza, la pasión, la acción o necesidad de inmediatez, y representaría tanto el amor como el odio y la sangre.
Los colores se utilizan para exteriorizar nuestro estado de ánimo. Si estuviésemos pasando por un estado depresivo, es más que probable que no elegiríamos una prenda de este tono, ya que nos indica un estado energético, dinámico. Es un tono seductor, capaz de captar nuestra atención y despertar nuestro lado más salvaje.
Exponerte al color rojo tiene efectos terapéuticos: fortalece la fuerza de voluntad, es un buen antídoto contra el cansancio, facilita la toma de decisiones y aumenta la autoestima; también a nivel fisiológico aumenta la presión sanguínea y el ritmo respiratorio.
A través de leyendas como la del sacerdote Valentín se expresan sentimientos internos. Así pues, este año no te equivoques al regalar rosas. Nueve expresa ‘para siempre’, sinónimo de que tus sentimientos son verdaderos y eternos.