Todos los viajeros que se acercan a La Palma (también conocida como ‘La isla bonita’ por el gran tesoro natural que almacena gracias a sus impresionantes paisajes naturales) suelen fijarse en sus grandes y famosos reclamos turísticos (naturales, gastronómicos, culturales, urbanos, etc.).
No suele ser común interesarse por el pasado de esta tierra. Sin embargo, hay yacimientos arqueológicos diseminados por la isla que permiten conocer algunos aspectos sobre cómo vivían sus primeros habitantes.
Por ello, a mi entender, es una visita imprescindible acercarnos a El Tendal si queremos saber algo más de los benahoaritas, nombre con el que se conoce a estos aborígenes palmeros.
Ubicado en el barranco de San Juan, en la localidad de Los Galguitos (municipio de San Andrés y Sauces), se trata de una gran cueva natural que supera los 60 metros de anchura.
Este impresionante escenario fue el hogar de una veintena de personas. Tan singular emplazamiento es ahora un privilegiado yacimiento arqueológico (seguramente el principal de la isla en estos momentos), gracias al cual y tras sucesivas excavaciones se conoce mejor su forma de vida y sus costumbres.
Sin duda, gran parte del conocimiento que se tiene de ellos se debe a este importante yacimiento, que ha proporcionado mucha información sobre aspectos tan importantes como qué comían (se han encontrado diferentes tipos de semillas), los ritos funerarios, su actividad cotidiana, etc.
En el moderno centro de visitantes, situado justo frente a esta gran oquedad rocosa, podemos encontrar todo tipo de datos, explicados de una manera tremendamente didáctica. Información muy valiosa sobre algunas de sus creencias mágico-religiosas (a través de grabados rupestres o acumulaciones de piedra), cómo aprovechaban el entorno natural en el que vivían, etc. Todo ello perfectamente expuesto en este espacio museístico dividido en diferentes secciones (industria ósea, agricultura, la vida en El Tendal, recolección y caza, el trabajo de la piel, pesca y marisqueo, etc.).
Merece la pena una visita sosegada. Paneles explicativos, video mapping, dibujos, documentales científicos o piezas originales encontradas en el yacimiento van ayudando a conocer algo más de estos primeros palmeros.