Siguiendo nuestro camino por los berrocales sagrados de Extremadura recalamos en la localidad cacereña de Garrovillas, donde se nos había informado de la existencia de tradiciones muy antiguas que contaban los mayores del lugar en relación con una singular peña ubicada en las cercanías del casco urbano.
La peña en cuestión es conocida como ‘Peña del Bolsicu’ o ‘Peña del Bolsillo’ por su forma de bolsillo, según la opinión de los lugareños. Se trata de un gran bolo de granito de unos 4,5 metros de altura y 4 metros de diámetro de este a oeste por escasos 1,5 metros de norte a sur. Está situada a unos 1.500 metros al oeste de Garrovillas, junto al lado Norte del llamado Camino de Rehana, que sale de la Ermita del Cristo en dirección a Mata de Alcántara y que pasa por las ruinas del convento de San Francisco o de San Antonio de Padua. La peña está actualmente en un lugar solitario, en una zona de fincas junto al camino, donde este desciende ya hacia Mata de Alcántara.
Una de estas leyendas en relación con nuestra piedra se refiere a la de un judío que había escondido dentro de ella un tesoro en forma de monedas de oro, que solo puede conseguirse si se sube gateando, pues, si no, las monedas permanecen en su interior. El oro de Garrovillas es una más de las muchas leyendas sobre tesoros escondidos tan comunes en un buen número de pueblos extremeños. Leyendas que tuvimos ocasión de oír en nuestros viajes por la región, relatadas por los más ancianos del lugar, que conservan en forma de tradiciones los ritos y mitos de una religiosidad basada en una visión animista del mundo.
La ‘Peña del Bolsicu’ está catalogada como ‘peña propiciatoria’, pues propiciatorio es el rito con ella asociada. Según la tradición local, si se arrojaba una piedra y esta quedaba encima sin caer al suelo, daba buena suerte al que la había arrojado. Sin embargo, en la actualidad ya prácticamente se ha perdido, aunque en su parte superior aún se podían observar hasta hace pocos años algunas piedras o guijarros arrojados a su cumbre. Todavía, no hace mucho, uno de estos ancianos de Garrovillas recordaba que los chicos venían a la ‘Peña del Bolsillu’ a tirar una piedra, pero no recordaba más detalles ni para qué lo hacían. Además, recientemente su base ha sido erosionada al arreglar el camino, y han desaparecido las piedras acumuladas que habían sido arrojadas a su cumbre al colocar una veleta en lo alto del monumento, lo que indica la falta de cuidado y el peligro que corre esta interesante peña sacra. Nadie en la actualidad recuerda que alguien haya practicado este antiguo rito.
El elemento esencial del rito es la propia peña sacra, que representa el símbolo visible de la divinidad que habitaba en ella, concebida como un punto de comunicación con el Más Allá. Estos ritos se relacionan con creencias en el Otro Mundo y son de origen celta. Las divinidades paganas que moraban en estas peñas, con el tiempo pasaron a ser consideradas como demonios, y los antiguos mitos explicativos, si no se perdieron, se fueron transformando paulatinamente en leyendas.