La actual localidad de Jaraicejo tuvo su origen en los años de la ocupación musulmana, cuando la antigua población fue trasladada por los árabes a la protección de la alcazaba árabe, con el nombre de Zaferecejo o Xafarizejo.
Conserva en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción restos de esgrafiados en un magnífico sepulcro que contiene los restos del presbítero de Jaraicejo, don Antonio Cabañas, fallecido en 1576, según consta en una inscripción.
Su construcción, de granito bien labrado y traza clásica, consta de arcosolio y cama. En el primero, un gran arco de medio punto, formado por 11 dovelas adornadas con cabeza de querubín, sostenido por pilastras cajeadas de capitel compuesto, también con cabeza de ángel y ovas. Se remata con un entablamento de triple moldura y bolas herrerianas.
En las enjutas, discos con flor. En la cama, una lápida de granito, labrada con doble cruz y epitafio. Sobre el sepulcro, los restos del esgrafiado del último tercio del siglo XVI, con dos dragones tenantes a un escudo partido que es la tiara papal sobre dos llaves en sotuer, representación de la dignidad y jurisdicción del Pontífice; banda de sable, que es Carvajal; se remata con un águila de alas explayadas, que es Sande. Este blasón y apellidos son los de don Bernardino L. de Carvajal y Sande, obispo de Plasencia, que aspiró a ser nombrado pontífice.
También hemos de destacar que está decorada la pila bautismal del siglo XVI, obra de granito. Consta de una gruesa peana cilíndrica y de una taza monolítica, semiesférica y gallonada, en la que hay un escudo de la familia Carvajal, bajo capello y cordones episcopales.