Durante la gala se sucedieron algunas sorpresas para los asistentes, pero la más inesperada llegó para la propia organización, en concreto para la Fundación Primera Fila, de la mano de Pedro Martínez, gerente de Cocedero de Mariscos La Mar, una de las empresas vinculadas a la revista Grada desde sus inicios, en 2007, y a la propia Fundación Primera Fila desde su creación, en 2009.
Pedro Martínez subió al escenario cuando el presidente de la Fundación, José Antonio Lagar, iba a comenzar su discurso, para mostrar su reconocimiento al trabajo de la entidad y, especialmente, como muestra de cariño hacia su propia familia, a la que se refirió como ejemplo de tesón, de fuerza y de humildad.
Tras su intervención entregó una escultura a José Antonio Lagar y sendos ramos de flores a su mujer y sus hijas, y además anunció una donación para la Fundación por importe de 3.000 euros.