Javier Meléndez
Me permito parafrasear el título del editorial de este mes. ¿Que por qué? Pues, sin que suene mal educado, porque me da la gana, me gusta y porque refleja también lo que yo pienso. La gala de los premios Grada, que organiza la Fundación Primera Fila, sirve, ante todo, para reenamorarse de una sociedad como la extremeña, que demuestra día a día su compromiso con que nadie se quede atrás.
El escenario, el Palacio de Cristal del Hotel Río, en Badajoz, que desde hacía más de un mes había agotado sus localidades, y donde (cotilleo sabroso, que no falte) me cuentan que hubo que hacer encaje de bolillos para atender las correspondientes reservas. Siempre hay quien quiere hacerse notar, allá cada uno, pero los asistentes disfrutaron mucho tanto de la cena como de la gala, un formato de celebración que se asienta como un acierto y que va ganando adeptos.
Y es que es difícil que no lo consiga si reúnes en una misma actuación a un ramillete de artistas extremeños de primera calidad. Una Mili Vizcaíno que cada vez canta mejor; un Pedro Calero director de la gala y excepcional músico, que supo poner el tono adecuado en las melodías que sonaban; un José Luis Domínguez Tristancho que puso su espléndida voz al servicio de canciones universales; o un Nacho Campillo que demostró que está mejor que nunca y que hizo cantar a muchos cuarentones y cuarentonas presentes en la sala. Perdón si me olvido de alguno, pero repito que estuvieron todos excepcionalmente bien.
De los galardonados no me canso de destacar que se valoró en ellos una manera de actuar que siempre redunda en mejoras de la vida de los demás, sean personas con discapacidad, como en el caso de Segunda Sánchez, directora del colegio ‘Nuestra señora de la Luz’; o fomentando el pensamiento libre y la aportación de ideas para enriquecer la convivencia y el futuro de Extremadura, como el Club Senior. Brillante y medida intervención de su presidente, Cecilio Venegas, persona de sólida formación y de una innata capacidad de comunicación. El galardón que recibió la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar, regida por Miguel Ángel Leal, constituye un merecido homenaje a una labor bien hecha, con mucha calidad y con una excepcional entrega a los intereses de Extremadura.
De que se pueden lograr grandes avances en el terreno de la restauración empezando desde muy abajo en un pueblo pequeño es buena muestra el restaurante ‘Versátil’, premio Grada al emprendimiento. Berta Domínguez, Javier Cienfuegos y Pedro Monty son personas que le ponen pasión, entrega e ilusión a lo que hacen, sea el deporte, sea la comunicación en redes sociales o sea una constante presencia solidaria en actos de diverso tipo. Emotivo el discurso de un grande, Pedro Monty, con referencias a su preciosa hija Irene. Un aplauso también a los impulsores de ‘Cenereo’, un innovador proyecto tecnológico destinado a mejorar la calidad de vida de muchos pacientes.
Y, si destacable es la figura de los premiados, no menos destacable es este año la labor de los presentadores: Lola Trigoso y Javier Mendoza. Lola es una experimentada profesional en los medios de comunicación que demostró una vez más su calidad y su calidez. Y de Javier Mendoza me gusta decir que se supera cada día. Que estuvo a una altura espléndida. Con una soltura y una brillantez muy dignas de admiración. Javier es una persona perfectamente consciente de sus posibilidades y, precisamente por ello, cada vez que se plantea un reto consigue superarlo. Esa noche su presentación aprobó con notable alto. Y, además, es muy de agradecer su sentido del humor, que hizo más llevaderos algunos momentos de la gala. Javier, tu imitación de Rajoy fue muy divertida, y supone un gran paso para ti y para todos. Gracias por tu trabajo. Y no dudes en seguir avanzando. Tienes mucho futuro por delante, amigo. Les invito a ver su imitación de Mariano Rajoy, y de paso el resto de la Gala, en la magnífica emisión que realizaron los amigos de EXTv. Un espléndido despliegue de medios técnicos y humanos para una producción de enorme calidad, una demostración palpable del excelente trabajo audiovisual que se hace en esta tierra.
Un consejo de mi parte a los organizadores: cuiden más los tiempos de intervención de los premiados. Más de tres minutos por galardonado, salvo que se traiga un mensaje bien elaborado, pueden convertir en tediosa una ceremonia que lleva muy bien su ritmo. Aunque sé que eso es verdaderamente difícil.
Poco se puede decir del artista invitado de la ceremonia, porque ya está casi todo dicho. Falete, un grande del escenario y rabiosamente libre en su forma de sentir, vivir y cantar. Gracias por venir, amigo.
Una cena espléndidamente servida con productos extremeños por los profesionales de Río, atentos, correctos y eficaces en todo momento. Y en la que quedó claro que en Extremadura la convivencia entre distintos sectores de pensamiento es posible, necesaria y enriquecedora. Políticos de todos los partidos con representación en las instituciones departieron amigablemente en las distintas mesas, movidos por el afán común de reconocer lo que está bien hecho y lo que puede mejorarse.
Y, por cierto, no quiero terminar sin dejar de comentar algo que definitivamente debe ser abordado y mejorado por todos los políticos que aspiren a regir los destinos del Ayuntamiento de Badajoz, como es el servicio de Eurotaxis. No es de recibo que apuntando ya al 2023 la ciudad más grande de Extremadura no cumpla la legislación que obliga a tener un número mínimo de siete vehículos adaptados; y lo que de verdad clama al cielo es que, durante algunas horas al día, y ya no digamos durante la noche, este servicio de Eurotaxis (salvo honrosas excepciones por iniciativa individual) prácticamente no exista, limitando o suprimiendo los derechos de las personas usuarias de este tipo de transportes. Pónganse las pilas, señoras y señores políticos, que soluciones hay. Y este problema, resuelto hace ya años en otras ciudades extremeñas, da una imagen pésima de la ciudad a los visitantes y a los propios residentes. Y por favor ahórrense promesas electorales. Necesitamos actuaciones reales, y las necesitamos ya.
En definitiva, una vez más estos buenos amigos de la Fundación Primera Fila volvieron a superarse, y es que cada año la ceremonia de entrega de los Premios Grada se consolida como la más relevante del panorama en Extremadura; justo es reconocer que, precedida por nuestras Medallas de Extremadura (como recordó nuestro querido Lagar), pero es que eso es otro nivel.
El éxito de esta ceremonia supone además un espaldarazo importante a la labor rehabilitadora que lleva a cabo la Fundación, con sus terapias innovadoras para el tratamiento de diversas afecciones que necesitan terapias de rehabilitación. Ellos y ellas entregan cada día lo mejor de lo mejor para ayudar a otros. Así es que, háganme caso, ayudémosles a seguir adelante. Si ellos mejoran, mejoramos todos.
