Sandra Maíllo siempre ha sido una apasionada de la Moda.
Estudió Filología Francesa, Magisterio y dos másteres universitarios, pero, a pesar de todo esto, sentía que sus expectativas laborales no se estuvieran cumpliendo.
Así, un 4 de noviembre de 2013, inspirada por otras chicas que empezaban en el mundo de los blogs, decidió lanzarse y abrir su propia red social, con la que aportar su particular visión de la Moda, intentando romper los estándares que siempre han estado presentes en este sector, acercándolo más a la realidad. A día de hoy cuenta con más de 36.000 seguidores en Instagram.
Viendo que, poco a poco, lograba hacerse un hueco, lo que había nacido como un hobby se fue convirtiendo en un trabajo, por lo que ella comenzó a tomárselo más en serio, haciendo un contenido más cuidado y profesional. Actualmente, logra compaginar su presencia en las redes con su trabajo como profesora de francés.
Como cualquier trabajo, necesita de organización y tiempo. Sandra suele invertir los fines de semana en preparar todo el contenido que publicará durante la semana: planificar los looks, sesiones de fotos y vídeos, edición, etc.
En un futuro quiere seguir disfrutando de ambos trabajos y de lo que las redes sociales le aportan. Tanto a nivel personal, dándole la oportunidad de conocer a multitud de personas y recibir el cariño de sus seguidores, que la apoyan día a día, como a nivel profesional, permitiéndole descubrir lugares y trabajar con numerosas marcas a las que, de otra manera, nunca podría haber accedido.
Es cierto que en las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, es más fácil poder trabajar con las firmas importantes, asistir a los eventos que estas organizan y darse más a conocer dentro de este mundo. Sin embargo, para Sandra no ha sido un gran inconveniente residir en Extremadura, ya que las redes sociales, e internet en general, hacen que el gran público esté al alcance de cualquiera que tenga talento, ganas y, sobre todo, dedicación. Y Sandra Maíllo lo tiene.