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Silvia Venegas. Cine para transformar la sociedad. Grada 156. Perfil

Silvia Venegas. Cine para transformar la sociedad. Grada 156. Perfil
Foto: Cedida
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Nacida en la localidad pacense de Santa Marta de los Barros, Silvia Venegas podría deslumbrar por su amplia formación académica en Historia, Comunicación Audiovisual o Periodismo; pero es su faceta social y la utilización del cine como herramienta de transformación de la sociedad la que nos hace admirar su trayectoria personal y profesional. Su productora, Making DOC, ya ha ganado dos premios Goya y ha recibido una nominación a los Oscar, pero su foco sigue estando en contar historias con trasfondo social para remover conciencias y conseguir una sociedad mejor.

Accesibilidad promovida por Fundación CB. Locución: Susana Mangut. Sonorización: Daniel López Luna
Foto: Carlos Criado
Foto: Carlos Criado

Tu formación académica es multidisciplinar, desde la Historia hasta la Comunicación Audiovisual, pasando por el Periodismo. ¿Qué te impulsó a dedicarte al cine, y en concreto a los documentales?
Mi principal motivación fue la necesidad de contar historias de personas que no aparecían en los medios de comunicación tradicionales.

¿Cómo fue orientándose tu trabajo hacia los temas sociales?
Yo siempre he sentido un interés especial por los temas sociales, aunque al principio de mis estudios creía que trabajaría como una periodista más generalista, es decir, en algún medio de comunicación cubriendo las noticias diarias. Así trabajé durante mis prácticas y después como editora de informativos en la radio.

Cuando estudié Periodismo conocí a Juan Antonio Moreno y justo cuando acabamos los estudios realizamos un viaje a Kosovo, donde había sido la última guerra europea. Después de ese viaje sentimos la necesidad de realizar un documental sobre Kosovo y las personas que vivían allí. Nunca habíamos creado uno, pero creíamos que era la mejor manera para contar la vida en Kosovo.

Foto: Cedida
Foto: Cedida

Con ese trasfondo social creaste la asociación ‘Noestamosdepaso’. ¿Cuál fue su objetivo?
La Asociación Noestamosdepaso Proyectos Audiovisuales la creamos en 2006 para realizar ese primer documental, ‘Kosovo, la última cicatriz de los Balcanes’, dirigido por Juan Antonio Moreno. El objetivo era realizar documentales de sensibilización social sobre personas que no estaban de paso, personas que luchaban en lugares hostiles, personas que eran luz en medio de la oscuridad.

Háblanos de la idea de fundar la productora Making DOC y de su recorrido.
La productora cinematográfica Making DOC la creamos Juan Antonio Moreno y yo en 2010, cuando decidimos dedicarnos por completo a la realización de cine y documental, siempre con esa mirada social. Desde entonces hemos producido películas en España, Sierra Leona, Afganistán, Grecia, Suecia y en los campamentos de refugiados saharauis de Argelia. Estas obras han participado en más de 500 festivales de todo el mundo y han recibido más de 100 premios. Os invito a visitar nuestra web para conocer más de ellas. www.makingdoc.com

Rodaje de ‘Nuestra vida como niños refugiados en Europa’. Foto: Cedida
Rodaje de ‘Nuestra vida como niños refugiados en Europa’. Foto: Cedida

¿Ha sido ‘Nuestra vida como niños refugiados en Europa’ un punto de inflexión en tu trayectoria?
‘Nuestra vida como niños refugiados en Europa’ es una película muy importante para mí. Un documental que requirió mucho trabajo de preproducción y para conseguir la confianza de los menores que nos iban a contar sus historias. La película se filmó en Grecia y en Suecia, y se editó en Argentina y España. Un documental donde Juan Antonio Moreno y el director de fotografía, Alberto González, fueron fundamentales. He aprendido mucho en todo el proceso. Creo que más que un punto de inflexión es un punto y seguido que nos permite seguir realizando películas.

¿Cuál era tu objetivo con este documental?
Europa ha vivido la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, y esta película nace de la necesidad de contar qué estaba ocurriendo con los menores que habían llegado a los países europeos y por qué muchos de ellos desaparecían en el camino, incluso cuando se suponía que habían llegado a un lugar seguro como Europa.

Nuestro objetivo es que ‘Nuestra vida como niños refugiados en Europa’ llegue al mayor número de espectadores posible, ya sea a través de festivales, escuelas, institutos, televisiones u otras instituciones culturales. La película invita a escuchar, conocer y entender a los menores refugiados que han buscado refugio en Europa. Nuestro compromiso con los menores que aparecen en la película fue que íbamos a intentar que su voz se escuchase.

Foto: Cedida
Foto: Cedida

¿Cómo abordaste su preparación, teniendo en cuenta que involucraba a menores y a personas en serias dificultades vitales?
La parte más complicada fue conseguir acceder a los menores que están especialmente protegidos. Una vez logramos esto tratamos a todos los protagonistas con mucho respeto. Nosotros dejamos que improvisasen, que cada uno se expresase como quisiese, ya fuese hablando, cantando o callando.

¿Qué huella deja, a nivel personal, un proyecto como este?
Todas las historias que escuchas acaban formando parte de ti. Es difícil olvidar sus testimonios y su desconfianza en las instituciones. Creo que las instituciones deben replantearse sus políticas de acogida de menores cuando estos tiene miedo de las propias instituciones que tienen que protegerles. Además, es perverso que, en ocasiones, quien tiene que protegerles relacione a estos menores con delincuencia.

Recibiste el premio Goya como directora por este documental en 2020, pero Making DOC ya estuvo involucrada en el Goya que ganó Miguel López en 2015. Suponemos que tus sensaciones fueron diferentes en ambas ocasiones.
Sí, en nuestra productora tenemos dos Premios Goya al Mejor Cortometraje Documental, por ‘Walls’ y por ‘Nuestra vida como niños refugiados en Europa’. Estos dos premios han sido muy importantes para la productora, porque es un reconocimiento que nos permite que nuestros futuros proyectos tengan más viabilidad.

Para mí los dos fueron igual de importantes, quizá en este último he tenido más visibilidad por ser la directora y en la otra ocasión era productora, pero ambos fueron momentos inolvidables.

Silvia Venegas y Juan Antonio Moreno, con el Goya por ‘Nuestra vida como niños refugiados en Europa’. Foto: Ana Belén Fernández. Cortesía de la Academia de Cine
Silvia Venegas y Juan Antonio Moreno, con el Goya por ‘Nuestra vida como niños refugiados en Europa’. Foto: Ana Belén Fernández. Cortesía de la Academia de Cine

Tu discurso tras recoger el premio fue muy comentado por su emotividad. ¿Podemos decir que tu cine es una herramienta de transformación social?
Muchas gracias. Desde nuestros inicios siempre hemos querido que nuestras películas sean herramientas de transformación social. El objetivo es que las personas que vean las películas conozcan de primera mano realidades desconocidas. Además, nuestro objetivo es que estas obras puedan verse también en colegios, institutos y Universidades, es decir, que sean herramientas educativas que puedan usar los profesores. Ahora mismo muchas de nuestras obras están en los portales educativos Platino Educa y AulaFilm. Además, pueden verse en la plataforma online Filmin

¿Qué ha supuesto para vuestra productora ganar el Goya el año pasado?
El Premio Goya ha sido fundamental para que la película llegue a más personas. Como decía, nuestro compromiso con los protagonistas del documental fue que íbamos a dar a conocer sus historias, y ese es el compromiso que queremos seguir cumpliendo.

Y además este mismo año el documental ha sido candidato a los premios Oscar. ¿Se ha traducido en una mayor repercusión internacional de vuestro trabajo?
La candidatura al Premio Oscar ha sido un gran reconocimiento para todo el equipo de la película, y también para conseguir que la película llegue a más público. Este año se verá en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Guatemala, México, Paraguay, Portugal y Venezuela, al formar parte de la muestra ‘Mujeres en Corto’, de la Federación Iberoamericana de Academias de Artes y Ciencias Cinematográficas. Es una muestra de cortometrajes dirigidos por 11 mujeres cineastas que han sido seleccionados por las academias de cine de estos países.

Rodaje de ‘Nuestra vida como niños refugiados en Europa’. Foto: Cedida
Rodaje de ‘Nuestra vida como niños refugiados en Europa’. Foto: Cedida

Antes de este último documental tu amplia filmografía había sido objeto de numerosos reconocimientos. ¿Recuerdas algún documental, o alguno de los premios, con especial cariño?
La verdad es que todos los documentales que he realizado han sido muy importantes para mí y recuerdo con mucho cariño a todos los protagonistas. Los premios todos han sido emocionantes, así que sería difícil elegir algún momento.

Directora, guionista, productora… ¿en qué faceta te encuentras más cómoda?
Yo me siento cómoda en todas las facetas. Cada proyecto que empezamos en la productora decidimos quien quiere contarlo y cuáles son las necesidades de la producción, y en función de eso tenemos unas funciones u otras. Todas son igual de importantes para poder realizar películas.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?
La nueva película de Making DOC es ‘Bienvenidos a España’, dirigida por Juan Antonio Moreno, donde se aborda la integración de refugiados en España. Se trata de un proyecto que empezamos en 2017 y que se estrenará este año en uno de los festivales de documentales más importantes del mundo, el Festival Hot Docs de Toronto, en Canadá.

Foto: Cedida
Foto: Cedida

Nacida en Santa Marta, la vida te ha llevado por las Islas Baleares o Madrid como lugares de residencia. ¿Qué vinculación mantienes con Extremadura?
Making DOC tiene su sede en Talavera la Real, en Badajoz, por eso siempre hemos estado vinculados con el sector de la producción cinematográfica de la región. Actualmente formamos parte de la Asociación Extremeña de Productoras de Cine.

Hoy en día solo con un móvil ya se está en disposición de generar contenido, que además es muy fácil difundir a través de las redes sociales. ¿Desvirtúa esto el trabajo que hay detrás de vuestras producciones?
Creo que ambos contenidos se mueven en circuitos diferentes. Si nos centramos en temáticas sociales, el uso del móvil para contar cosas urgentes creo que es importante porque da a los ciudadanos una vía para denunciar situaciones que de otra manera pasarían desapercibidas. Da igual la técnica cuando aquello que cuentas es importante.

En el caso de las películas que realizamos son producciones con las que hemos podido profundizar en las temáticas, investigar y pasar tiempo con nuestros protagonistas. Este tratamiento narrativo y cinematográfico con un punto de vista autoral ofrece una diferenciación respecto a los videos para redes sociales. Creo que el público es consciente de esta diferencia.

¿Cuál es el futuro de la creación audiovisual profesional?
Creo que ahora, con la crisis generada por el coronavirus, es difícil saber cuál será el futuro de la creación audiovisual profesional. Como otros sectores económicos, la producción y la exhibición cinematográfica se ha visto muy afectada por esta situación. Por eso, ahora se desconoce cómo será el sector en la época post-Covid.

Rodaje de ‘Los hijos de Mama Wata’. Foto: Cedida
Rodaje de ‘Los hijos de Mama Wata’. Foto: Cedida

Parte de tu trabajo consiste en impartir formación sobre cine documental. ¿Qué aconsejarías a los jóvenes interesados en la creación audiovisual, y especialmente en los temas sociales?
Precisamente en los últimos tiempos he impartido formación en institutos de Extremadura. Para mí ha sido una experiencia enriquecedora que me ha ayudado a conocer mejor a los adolescentes y entender sus preocupaciones. Mi consejo para los jóvenes que quieran dedicarse a la creación audiovisual es que durante sus años en el instituto o en la universidad prueben a realizar alguna obra. Ahora tienen tiempo para experimentar y aprender.

Uno de nuestros objetivos es dar voz a los colectivos ‘invisibles’, como las personas con discapacidad. ¿Qué papel debería tener la cultura, en general, para mejorar la sociedad?
La cultura es un bien de servicio público donde debería estar presente la sociedad diversa en la que vivimos. Así intentamos hacerlo en nuestras películas. Como ejemplo, una de las obras más bonitas que tenemos es ‘Palabras de caramelo’, dirigida por Juan Antonio Moreno y con un niño sordo que vive en los campamentos de refugiados saharauis como protagonista. Él construyó el sonido ‘sordo’ de la película para que los espectadores sientan durante la proyección como sería ser una persona sorda.

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