Los innegables avances tecnológicos de los últimos años en el campo de la ciencia están permitiendo desarrollar componentes que mejoran las capacidades físicas y cognitivas humanas. Estos hitos de la ciencia fueron tratados en un pasado no muy lejano como ciencia ficción. Microchips que se integran en el cuerpo humano en personas que han perdido algún tipo de capacidad por accidente o por alguna enfermedad, por ejemplo.
Hay una corriente llamada transhumanismo que tiene como objetivo final transformar la condición humana mediante el desarrollo y la fabricación de tecnologías ampliamente disponibles, que mejoren las capacidades humanas tanto a nivel físico como psicológico o intelectual.
El campo de la biotecnología será clave para estos avances, sobre todo en algo que el hombre persigue desde el mismo momento de su creación, la inmortalidad; la biotecnología está descubriendo los mecanismos de envejecimiento celular, con vistas a alargar significativamente nuestras vidas hasta dimensiones que resultaban impensables hasta hace no mucho.
La biotecnología también produce organismos genéticamente modificados, u organismos transgénicos; esto es, organismos vivos cuyo genoma se ha modificado a través de técnicas de ingeniería genética. Se trata de introducir en un organismo vivo, por ahora animales y plantas, un nuevo gen denominado transgén con objeto de dotar a dicho organismo de la nueva propiedad vehiculada por ese transgén, aportándole grandes ventajas, aunque en ocasiones con riesgos e incluso consecuencias negativas. ¿Serán los seres humanos los próximos en aplicárseles estas técnicas para conseguir superhumanos genéticamente modificados?