José Antonio Ramos Rubio y José Luis Pérez Mena han escrito el libro ‘Antonio Oliveros y Sánchez. Cura patriota liberal y diputado constitucionalista (1764-1820)’, prologado por el presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Gata, Alfonso Beltrán Muñoz, y editado por Tau Editores.
En 200 páginas desgranan la vida de un cura liberal que nació en la localidad cacereña de Villanueva de la Sierra y que, como tantos de su época, se vio arrastrado por el torbellino de los ideales ilustrados, creyendo en la razón por encima del dogma, en la libertad por encima de la opresión.
En 1810 fue elegido diputado para representar a Extremadura en las Cortes de Cádiz. Como liberal, defendió algunos principios claves, como la libertad de imprenta, la abolición de privilegios feudales y gremiales, la supresión de la Inquisición y el establecimiento de una monarquía constitucional. Su labor incluyó la participación en varias comisiones importantes, como las de Constitución y Libertad de imprenta, y firmó la Constitución de 1812, conocida como ‘La Pepa’.
Entre los ecos de la invasión napoleónica y las luchas intestinas por el futuro de España, destacó como una figura incómoda pero necesaria. Su voz se alzó contra el absolutismo, pidiendo reformas que muchos, acobardados por el peso de la tradición, se negaban siquiera a susurrar. Los que lo conocían bien sabían que ‘Antonio Oliveros y Sánchez no era un hombre de compromisos fáciles, ni de esas medias tintas que nunca sirven cuando el destino de una nación está en juego.
Esta obra, que empezó a germinarse hace ocho años, es la séptima que los autores dedican a ilustres liberales extremeños, y ha debido enfrentarse a la ausencia de estudios sobre la figura de Antonio Oliveros y Sánchez. En sus páginas se encuentra el contexto histórico y político en el que vivió el sacerdote liberal, pero también la profundidad de sus ideales, su valentía y su influencia en momentos cruciales de la historia española.