Académicos, expertos y especialistas de España, Italia y México se han reunido en un congreso científico y académico con el objetivo de interpretar y descubrir las huellas del legado de los llamados ‘Doce Apóstoles de México’ en la sociedad actual.
Estos intelectuales, reunidos por la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste y la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, han destacado el valor humanístico, social, político, cultural y religioso de los 12 franciscanos que viajaron a México desde el convento extremeño de Belvís de Monroy, pasando a la historia como prototipo de lo mejor de la herencia de España en América.
Este congreso, al que se inscribieron más de 350 personas, se ha celebrado en Guadalupe, Cáceres y Belvís de Monroy, con el objetivo de conmemorar la fecha en la que 12 hombres franciscanos, descalzos y enarbolando la bandera de la pobreza, llegaron a Nueva España con una mirada serena y con libertad de pensamiento, entendiendo la historia como un proceso de avance y de progreso.
Durante las jornadas se ha recordado a las personas que, en 1986, sacaron del anonimato en Extremadura a estos 12 monjes, como el primer arzobispo de Extremadura, Antonio Montero; o el promotor de la reforma del convento, el expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra, entre otras.
También se ha destacado el papel de los religiosos como mediadores culturales, y la labor de las misiones franciscanas como centros de evangelización y puntos de encuentro entre los colonizadores europeos y las comunidades indígenas mesoamericanas.
Además, se ha puesto de manifiesto el interés de los franciscanos por los asuntos políticos y sociales del virreinato novohispano a través del análisis de la correspondencia entre la corona española y ‘los Doce’. Igualmente, se ha hecho referencia a la preferencia de Hernán Cortés por la orden franciscana para comprender la sociedad en el territorio mexicano, destacando la proyección humanizadora de los monjes al conseguir un mayor acercamiento, protección e integración de las poblaciones indígenas sometidas a abusos y extorsiones por parte de los gobernantes.
En el acto de clausura, celebrado en el convento de San Francisco del Berrocal de Belvís de Monroy, lugar desde el que partieron los monjes en 1524, el alcalde de la localidad, Fernando Sánchez, ha reivindicado que el convento se convierta en un espacio vivo que acoja actividades que sirvan para unir las dos orillas del Atlántico.
Por su parte, para el director de la Fundación Yuste, Juan Carlos Moreno, la celebración de este congreso ha contribuido a hacer público el papel desempeñado por España en América “con sus errores y tropelías, pero también con sus aciertos, entre los que se encuentra ser portadores del mensaje evangélico”. En este sentido, ha aludido a la labor de los franciscanos como protectores de los pueblos nativos y de sus derechos frente a los abusos de los gobernantes.
La directora de la Real Academia de las Letras y las Ciencias, María del Mar Lozano, ha manifestado su satisfacción por el extraordinario seguimiento de las jornadas y por los contenidos expuestos, que serán recogidos en una publicación.
Finalmente, el secretario general de Cultura de la Junta de Extremadura, Francisco José Palomino, ha agradecido a las instituciones organizadoras la celebración de este congreso y ha afirmado que el convento seguirá vivo.
Este congreso ha servido para actualizar las últimas investigaciones sobre la importancia del franciscanismo en Extremadura durante la segunda mitad del siglo XVI, ya que muchos de los primeros franciscanos en México eran extremeños que trasladaron a América sus características fundamentales: la pobreza evangélica y, de manera particular a partir de 1492, la pasión evangelizadora que ya habían mostrado tanto en la recién conquistada Granada como en Extremadura, cuya población atravesaba una situación desfavorable.