Es importante destacar que aquellas personas con las que hemos forjado un vínculo auténtico se convierten en nuestros mejores amigos, porque ellos nos hacen ser mejores personas, nos dan luz y fortalecen nuestro bienestar emocional.
Aunque pase el tiempo de aquellas carcajadas compartidas, y ahora las circunstancias sean distintas, también en la tristeza y los momentos peores se puede sentir que la complicidad sigue existiendo, porque como decía Shakespeare “te seguiré hasta el último suspiro con la verdad y la lealtad”.
Entre los verdaderos amigos existe compromiso, una especie de contrato que, sin necesidad de firmar una cláusula, ambas personas aceptan; obviamente este compromiso es diferente según el tipo de relación que hablemos, no es lo mismo una relación de pareja o un familiar que un amigo. El hecho de considerar y decir “es mi amigo, mi pareja…” es lo que sella este contrato, y lo que lleva a defender y actuar en base a unos mismos valores, demostrando respeto hacia esas personas que queremos.
Otra característica de una buena amistad es la empatía compasiva, cuando podemos sentir que la otra persona está a nuestro lado y no solo existe. Esto sucede cuando uno habla con el corazón y el otro escucha agudizando todos los sentidos, para intentar leer en lo más profundo del alma de ese amigo.
La verdadera amistad se sustenta en la confianza y la honestidad. Al compartir experiencias no debemos ser juzgados, ni traicionados, haciendo comentarios impropios, siendo además auténticos, humildes y sinceros.
Estos pilares caracterizan una buena relación y llevan a un sentimiento compartido. Dos latidos que se conmueven unidos.
Hoy es el mejor momento para darnos cuenta de lo importante que es tener sintonía con una persona y acompañarnos en cada circunstancia y momento en el viaje de la vida.
Dedicado a Alicia, quien no está pasando por su mejor momento. Ella me ha demostrado su fortaleza y me ha hecho ver, una vez más, que a menudo nos quejamos de falta de luz cuando en realidad existe claridad. Gracias por regalarme con tanto cariño la mejor flor que despertó una mañana en tu jardín.