Más de 120 personas se congregaron en la valviense calle de San José para celebrar la tradicional velada literaria que cada año, a principios de verano, organiza la Asociación Vecinal Valviense.

En torno a las 21.30 horas los vecinos iban acudiendo a la cita, aproximándose hacia esta céntrica y tradicional calle en su confluencia con la del Bocho. Personas llegadas de las vecinas Montijo, Badajoz, Puebla de la Calzada y Guadiana hacían también lo propio. Cada una de los asientos (110 sillas) iban ocupándose ¡y agotándose! para ver ‘actuar’, en esta ocasión, a tres grandes de las letras, a saber: José Ramón Samada Rica, Marcos Grossi y Carlos D. Tristancho; un lujo de invitados que, con sus relatos y poesías, supieron hacer las delicias de todos los asistentes, cumpliendo sobradamente con las expectativas que la organización había depositado en ellos.

La Asociación Vecinal Valviense, uno de los máximos exponentes de la cultura en Valdelacalzada, había decorado con mucho mimo y buen gusto la calle: macetas, luces, guirnaldas, agua fresca, cartelería y, cómo no, una exquisita bienvenida y atención a todo el que iba llegando para ocupar su asiento. Ahí estuvieron Raúl, Ignacio, Paula, Antonio y Ana Belén durante todo el evento pendientes de cuanto fuese necesario para garantizar el correcto discurrir de lo planificado. Todo a pedir de boca.

La música también genial. ‘MásBolero’, integrado en esta ocasión por Fermín García Díaz y el maestro José Luis Pérez al piano, supieron, con la interpretación de varios boleros, acoplarse perfectamente al ritmo de la velada, colaborando magníficamente a que las dos horas aproximadas que duró el evento se tornase en una noche mágica llena de literatura, música y vecindad.

Y, como digo, todo contribuyó a hacer del espectáculo algo único: la breve intervención de Daniel Casado, de Juani Gragera Paredes, de la niña Amelia, el sonido y la iluminación por parte del técnico que acompañaba a los músicos, el silencio de los asistentes… Todo contribuyó a que la noche se convirtiera en un regalo para los sentidos y para el alma.

Agradecer también la presencia de los tres miembros de la corporación municipal que nos acompañaron; de la concejala de Cultura de Guadiana, Marce Cuéllar; del escritor, también guadianero, Juan Gordillo; y, por supuesto, de los vecinos de la calle San José y Bocho que, desde el primer momento, se prestaron a colaborar con todo lo que fuese necesario para que sus calles luciesen con sus mejores galas.

Pero, y lo más importante, y no es un cumplido, gracias a todos los que acogisteis nuestra invitación y nos acompañasteis en esta obligada cita del verano valviense. Sin vosotros, todo lo dicho no sería posible.
¡Larga vida a las Letras!