La localidad pacense de Santa Marta de los Barros acogía el sábado 3 de junio la actividad ‘Vino entre estrellas’, dentro del programa de Dinamización de Comarcas que organiza en Tierra de Barros la Oficina de Promoción Turística de la Diputación de Badajoz.
Toda una actividad que contaría con 35 participantes en una combinación de experiencias estelares para disfrutar del vino y la astronomía, comenzando con una visita guiada al Museo de la Minería de Santa Marta de los Barros. Ubicado en la casa del facultativo del poblado minero, situado a tres kilómetros del municipio, musealizado en tiempo récord para acoger este espacio dedicado al recuerdo del pasado minero de la zona. En ella se puede conocer cómo era el trabajo de los mineros y las características de los minerales que de aquellas minas se extraían. Así, en la planta superior se ha recreado incluso una galería minera. Un primer paso de un proyecto más ambicioso.
Acto seguido entró en escena una cata comentada de vino y otros productos de la localidad por la sumiller de Ribera del Fresno especializada en enoturismo, formación y eventos Cati Bustillo, fundadora y directora en ‘Cata con Cati-Extremadura Wine and Birds Tours’. Blanco Pardina, Rosado semidulce de Tempranillo, Tinto roble de tempranillo de la Sociedad Cooperativa Agrícola Santa Marta Virgen, fueron protagonistas de primera mano, junto a quesos artesanos como el de corteza natural de cabra, el de pimentón y cabra, el curado de oveja y el queso azul, de la quesería local de Santiago Madera, degustados en el Castillete del Poblado Minero Los Llanos, en la que además se pudo disfrutar de un atardecer inigualable.
Al caer la tarde se organizó la ruta negra, donde adultos y niños pudieron disfrutar de un paseo nocturno y de la curiosa propiedad de algunos minerales de la zona conocida como fluorescencia, que al alumbrarse con una luz ultravioleta genera un ambiente especial. No faltó la observación de las estrellas que regaló la fluorescencia de los minerales en el suelo y las paredes del Poblado. De la mano de profesionales como Carmen Hurtado, de Ribera del Fresno, o las santamartensas Flora Picón o Patricia Barroso, se indagó en el pasado minero, historias y leyendas que envolverían durante cinco horas en una noche de luna creciente, donde se puso en valor el trabajo realizado por Francisco Javier Fernández Amo, geólogo de prestigio y socio de la empresa Tugeominex, que gestiona la explotación turística de las minas.
La minería en Santa Marta comienza a finales del siglo XIX. Entre 1870 y 1890 se exploto el vanadio; la importancia de la explotación de este recurso tuvo mucha repercusión en el ámbito minero europeo, de hecho llegó a ser a finales del XIX y principios del siglo XX la mayor explotación de este metal en el mundo, hasta que se descubrieron en el Altiplano del Colorado, en Estados Unidos, y en Sudamérica sendos yacimientos de vanadatos que propiciaron, junto con el agotamiento del vanadio en Santa Marta, el abandono de la explotación de este metal hacia 1912.
El auténtico instigador de la minería santamarteña fue el facultativo de Minas Fernando Baxeres, que fue el descubridor de los yacimientos santamartenses; este le vendió los derechos a la compañía minera inglesa ‘New Vanadium Alloy’, que explotó inicialmente la mina Constante (Los Llanos), y a la francesa ‘Minera y Metalurgia de Santa Marta’, que en 1902 inició la explotación vanadinífera en la Mina Reserva.
En el antiguo poblado minero Los Llanos llegaron a vivir 10.000 personas y estuvo habitado hasta el cierre de la mina, en 1927. Fue la mayor explotación de Europa de vanadio. Actualmente se conservan los restos de varias edificaciones, como un aljibe de grandes dimensiones que se usaba para lavar los minerales. Destaca su curiosa cantina, de planta hexagonal, así como la zona del pozo de la mina Constante y de los hornos, con una peculiar construcción en horizontal.
