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Las terapias asistidas con animales hace mucho tiempo que demostraron su eficacia. Podríamos decir que, por ejemplo, la tenencia de un pequeño animal doméstico es una especie de terapia primaria para combatir la soledad de muchas personas o sus dificultades para socializar. La terapia con caballos para personas con ciertas discapacidades es una realidad que sigue aportando nuevas revelaciones. Y es que, como suele decirse, cada persona es un mundo, y establece una relación propia y distinta con el animal con el que trabaja. La Asociación de Zooterapia de Extremadura lleva 25 años trabajando en este campo, y para conocer su realidad hemos hablado con su presidenta, Dolores Apolo.
Dolores Apolo se inició en la asociación en 1999, en Cáceres, recién titulada en Fisioterapia, de la mano de Javier Alonso Zaldívar y su familia. Quiso conocer el proyecto y se quedó. En 2007 la asociación inició sus actividades en Badajoz y asumió la presidencia. Define la zooterapia como el uso de animales con fines terapéuticos. Actualmente la asociación solo trabaja con caballos, presta lo que se llaman ‘servicios asistidos por equinos’, el conjunto de todas las actividades que se pueden hacer con caballos con fin terapéutico, educativo, de psicoterapia, deporte u ocio, dependiendo de los objetivos que se planteen. “El término ‘equinoterapia’ se utiliza sobre todo en Hispanoamérica. Otro termino sería ‘hipoterapia’, el uso del caballo con fines de rehabilitación física. hay mucha terminología para definir los diferentes usos del caballo”.
Este año la asociación celebra su vigésimo quinto aniversario. “Hemos empezado con la gala de los 25 años, con un evento en la residencia universitaria ‘Hernán Cortés’, para dar visibilidad a las ayudas recibidas. Hemos recordado nuestros inicios, a nuestro personal, a los colaboradores, con la entrega de un detallito de agradecimiento. Ha estado con nosotros Joaquín Moñino, el pianista, y una madre de la asociación, que además es poeta. Además, durante el año hemos tenido jornadas de puertas abiertas al público y actividades formativas y divulgativas sobre el caballo y su utilización terapéutica”.
“A lo largo de los años la asociación ha cambiado mucho. En los inicios todos éramos voluntarios. Ahora ya tenemos nuestros profesionales, que son clave para el funcionamiento de la asociación. Sigue habiendo voluntarios. Yo soy voluntaria. ¿Más cambios? Bueno, pues por fin, después de tres sedes, tenemos ya nuestro espacio en ‘La Merinilla’, cerca de Badajoz, un espacio en su totalidad para la asociación. Ahora podemos hacer terapias no solo individuales, sino grupales. Hemos abierto nuestras actividades a más colectivos, no solo a personas con discapacidad. Tenemos atención a personas con riesgo de exclusión social, y un proyecto con personas mayores que está siendo un éxito y supone una oportunidad para que personas institucionalizadas puedan hacer actividades al aire libre. Nuestro mayor éxito es tener a usuarios que empezaron con nosotros y llevan ya hasta 15 años con nosotros. El mayor éxito es que quien empiece continue, porque eso significa que están bien. Podríamos hablar de los reconocimientos que la asociación tiene en muchos ámbitos por el desarrollo de actividades formativas y de investigación, puesto que también desarrollamos algunos proyectos a ese nivel vinculados a la universidad; por algo soy profesora universitaria”.
Hablando de zooterapia y discapacidad, “la aportación de la zooterapia a las personas con discapacidad tiene grandes beneficios demostrados científicamente. Yo me atrevería a decir que con los caballos conseguimos, por ejemplo, ofrecer una oportunidad de movimiento. Con el caballo trabajamos la rehabilitación física. También es una oportunidad de aprendizaje en un entorno motivante. Para niños y adultos salir del contexto clínico y desarrollar su actividad en un ambiente natural es muy motivante y facilita el aprendizaje. También se crea una conexión entre personas y animales que genera un nexo que aumenta la productividad de las sesiones”.
“Algo aparentemente tan nimio como un cambio de perspectiva, de estar sentado en la silla de ruedas a estar sobre el caballo, ofrece una nueva galería de sensaciones. Y a quien le guste el caballo disfrutará de una oportunidad de ocio, deporte y ambiente natural. Además, cuando el objetivo es una mejora en la condición física podríamos decir que es una modalidad de fisioterapia hecha a través del caballo y su entorno. La terapia no es solo montarte en el caballo y hacer que se mueva para conseguir diferentes estímulos, sino que, por ejemplo, el cepillado del caballo puede ayudar a mejorar la coordinación de las manos, a estar de pie y hacer una función. Al final se aprovecha todo el entorno para la mejora física. Siempre abordamos a la persona desde su globalidad, no separamos la parte física de la cognitiva, la conductual o emocional”.
“Con vistas al futuro queremos mejorar las instalaciones, mantener el proyecto con las personas mayores y ampliar nuestros servicios a otros colectivos, como la mejora de la salud mental tanto en adolescentes como en personas mayores, y mantener nuestras actividades individuales. Tenemos un proyecto muy interesante con el centro ‘Los Ángeles’ para los niños con más dificultades. Como era difícil trasladarles a ellos estamos llevando los caballos al colegio. Es un proyecto muy motivador, para el que estamos esperando la subvención que le dé continuidad. Mantener este proyecto sería muy interesante”.
“Para finalizar, con idea de fomentar la inclusión y aumentar las actividades para hacer sostenibles las terapias ecuestres, hacemos clases de equitación convencional para quien las quiera, salidas educativas de colegios, muy exitosas, y también algunas charlas educativas para adolescentes. Quiero agradecer las aportaciones que hemos tenido estos años, para ayudar al mantenimiento de actividades que tienen un alto coste. Hay que tener en cuenta que cada persona necesita al menos otras dos o tres de apoyo, así que tenemos que seguir buscando alternativas de financiación. Tenemos un programa de becas que permiten optar a ellas a quien mayor dificultad económica pueda tener. Y hago un llamamiento a que las entidades o personas que quieran conocernos se acerquen a nuestras instalaciones. Les atenderemos encantados”.
Pues dicho queda y estamos seguros de que así será.