Patrimonio olvidado y patrimonio recuperado en la tierra de Cáceres: capillas, oratorios y ermitas
Si queremos conocer la vida, cultura y costumbres de un pueblo o de una comunidad tenemos que aproximarnos a la forma de entender y practicar su religión. La historia no se entiende hoy como una relación de datos, fechas, grandes acontecimientos, etc.; hay que ir más allá y profundizar en la vida, creencias y sentimientos de sus habitantes.
Vamos a presentar un reducido número de ermitas, unas de ellas en deplorable estado de conservación y otras, por el contrario, felizmente restauradas. Hemos visitado no solo las ermitas existentes en la tierra de Cáceres, sino también oratorios o capillas en fincas particulares donde formaron parte de edificaciones castrenses en su mayoría medievales.
Edificios en lamentable estado de conservación
Capilla de la Casa de los Arrogatos
Capilla de la Casa de las Corchuelas
Capilla de la Casa de La Calera
Ermita de San Jorge
Ermita de Santiago de Bencáliz
Ermita de Nuestra Señora de la Esclarecida de Zamarrillas
Ermita de San Vito de Cáceres
Ermita del Humilladero
Es un edificio de reducidas dimensiones, construido por mampostería encalada y cantería en las esquinas. De planta cuadrangular, se cubre con bóveda vaída que al exterior presenta un tejado de teja árabe a cuatro aguas con pináculos en los extremos y en la coronación.
Se accede al interior por una portada de medio punto que se abre a los pies, y le antecede un pequeño pórtico de piedras parecido al construido en la ermita de San Jerónimo de Casar de Cáceres, disponiéndose sobre ella un escudo de granito desgastado.
Es una obra popular del siglo XVIII. En su interior se alberga en un moderno altar de mármol la imagen del Cristo del Humilladero, del siglo XVII, muy popular, que procesiona el Jueves Santo.
El Cristo tiene la cabeza inclinada hacia su derecha y ceñida por una corona de espinas labrada sobre el mismo material y unida a la bóveda craneal; sus cabellos son largos y su rostro doloroso; su cuerpo no es alargado, caracterizándose las piernas por su canon corto. La derecha se monta sobre izquierda de que se trata de un Cristo de tres clavos que carece de subpedáneo.
