Logo revista Grada
Buscar

Conversatorios de la mesa de Navidad

Conversatorios de la mesa de Navidad
Foto: Unsplash. Krakenimages
Léeme en 3 minutos

Estamos otra vez a dos langostinos y un sorteo de Lotería de acabar el año. No sé si tiene algo que ver, pero el tema de este mes lo vamos a escoger para terminar con algo ligero y que además te permita plantarle cara a tu ‘cuñao’ cuando suelte las estereotipadas perlas que van a caer, sí o sí, durante estas fiestas. Vamos a recopilar algunas falsas creencias, errores o mitos alrededor de estas bebidas que nos llenan los vasos de alegría estos días.

“Vamos a ir abriendo la botella para que respire y dentro de media hora esté mucho mejor”
Intentemos visualizar la situación: al descorchar y dejar sobre la mesa la botella aún entera, la superficie del vino que entra en contacto con el aire es del tamaño de una moneda de cinco céntimos. Si lo que pretendemos es que se oxigene todo el vino de la botella, tardaría días en que ese aire fuera penetrando y afectando a toda la masa del líquido, y además quizá lo haría de manera poco uniforme. Para conseguir lo deseado, y solo para los vinos que lo necesiten, lo mejor es jarrearlos, trasvasándolos a otro recipiente para que todo el líquido entre en contacto directo con el oxígeno.

“El tapón no es de corcho. ¡Buh! Esto no es bueno. ¡Barato, barato!”
El uso del corcho actualmente responde a otras razones diferentes de cuando se empezó a usar. Por eso, hay ciertos productos que no necesitan los beneficios de un corcho por el pequeño paso de oxígeno que permiten, por ejemplo. Por tanto, un tipo de tapón alternativo puede ser perfecto para vinos jóvenes de consumo cercano a su fecha de elaboración, por citar un caso.

“¿Pero qué haces, ‘cuñao’? Con el pescado se bebe blanco”
Este es un tema peliagudo, largo y subjetivo; creo que le podíamos dedicar una, o más, reuniones mensuales como esta. Pero así de entrada, y para no irnos de vacío, hemos comentado alguna vez por encima que, de lo que se trata en este juego, es de la búsqueda de sabores y aromas, sensaciones, al fin y al cabo; y, en el caso del maridaje, una combinación de muchas de ellas. Por eso, determinar que el pescado solo se toma con blancos y que los tintos son para las carnes es solo una idea básica de la que partir en este tema. Pero no es una regla fija, sino que está sujeta a la experimentación, los gustos, la observación y el disfrute de los resultados. Que no nos haga dudar de la profesionalidad de un sitio si en algún momento nos plantean alguna ‘locura’ semejante, incluso con otro tipo de bebidas.

“¿Te gusta este vino? Yo conozco a uno que me trae el mismo, pero sin etiquetar y a mitad de precio, porque es lo que le sobra a la bodega”
Bueno, esta es imbatible; me temo que no os puedo decir más que paciencia y tragar vino.

Blanco, espumoso, afrutado, tinto, con barrica, rosado, joven, con taninos… sea con el que sea, espero que brindéis con alegría estas fiestas y os ofrezco un último consejo para conservar el vino que os sobre en las cenas: que no sobre. ¡Salud y un insuperable 2024!

ENTRADAS RELACIONADAS

Hace no mucho descubrí en un grupo de Facebook sobre genealogía extremeña a una persona de origen cubano que decía...
Vamos con otra de esas historias de miedo, del fin del mundo, de “dios mío, ¿Qué me voy a beber,...
Las llamadas al respeto y a la igualdad son continuas en todos los estadios. ‘Respect’ (en castellano, respeto), la canción...
A mediados de marzo subí a la Torre Lucía para dar la bienvenida a la primavera y, de paso, pensar...
Colaboración de Jairo Jiménez con una nueva viñeta de temática social para la revista Grada 188, de abril de 2024....
Ya en la Edad Media se daba gran importancia a la música, no solo como simple entretenimiento y medio para...

LO MÁS LEÍDO