Vaya rallye, vaya Dakar este año; siempre ha sido duro, pero esta última edición se lleva la palma. Qué bonito es seguirlo día a día, pero no solo con los resultados o los resúmenes; más bien viendo a todos y cada uno de los corredores, o al menos de los nuestros, con sus comentarios por las redes, donde en más de una ocasión se les ve reflejado en la cara el sufrimiento, dependiendo de la dureza de la etapa de ese día; igualmente en las fotos o vídeos que suben, entonces es cuando verdaderamente te das cuenta de la dureza de esta prueba y de la proeza de conseguir ganarla. Aunque, más allá de eso, es también el logro de conseguir terminar y de las circunstancias de cada uno, ya que unos van en moto, otros van con algunas limitaciones, etc. Pero realmente, pase lo que pase, ganen, terminen o no, la verdad es que todos y cada uno de los participantes son unos héroes.
Empezando por Carlos Sainz, menudo campeón, menudo rallye se ha marcado, superando todas las adversidades, que no han sido pocas, y de qué manera tan brutal ha terminado. Por supuesto, no podemos pasar por alto a su copiloto Lucas, quien ha sido el que le ha ido marcando el itinerario. Todos felicitan y ensalzan la labor de Carlos, dado que con sus 61 años ha sido toda una proeza, pero hay que saber que detrás de ese trabajo y esfuerzo también hay otra persona que ha estado en la sombra y que tiene el mismo mérito. Lo de Carlos desde luego es un logro histórico, alcanzar cuatro triunfos en esta durísima prueba, pero si a eso añadimos que los ha conseguido con equipos y coches diferente, la proeza se queda chica y pasamos a algo fuera de lo normal. Por algo, le llaman ‘El Matador’.
Tuvo suerte de tener pocas averías, pero no tanta con los pinchazos, donde por poco no pierde toda esperanza de ganar ya que en la misma etapa tuvo hasta tres pinchazos, y teniendo en cuenta que de repuesto tan solo llevan dos ruedas, el problema era gordo, ya que dependían de sus compañeros de escudería, pero sin comunicación no sabían si venían detrás o quizá estaban parados con alguna otra incidencia; momentos de verdadera tensión, donde llegaron a perder bastante tiempo. Una vez solucionado este problema en la etapa doble Carlos pudo controlar para no acabar primeros y así al día siguiente poder salir más atrás; esto fue toda una lección de temple, de sabiduría y de táctica, ya que en esa etapa siguiente los coches no iban a ir detrás de las motos, que dejan señales de por dónde pasar, con el consiguiente riesgo de perderse; así pudo salir detrás de algunos y recuperar todo el tiempo perdido en la incidencia anterior. No llegó a ganar ninguna etapa, pero tampoco le hizo falta para proclamarse por cuarta vez campeón del Dakar.
Y si dejamos al ‘Matador’ y cogemos a la ‘Reina del Desierto’, vaya proeza también la de Cristina Gutiérrez y su copiloto Pablo Moreno. Sobra decir lo que haya podido sufrir la española en las distintas etapas: salidas, pinchazos, mucho polvo, mucha dureza, e interminables incidencias. Cristina ha superado con creces todas ellas para proclamarse campeona del Dakar en su categoría. Además, en la forma que sucedió todo es todavía más digno de reseñar; Cristina y su copiloto, Pablo, llegaron a la meta sin saber que eran los ganadores y tuvieron que esperar un rato, porque quien ostentaba en ese momento el título era Mitch Guthrie, su compañero de equipo, pero tuvo una avería en el turbo, lo que hizo que Cristina pudiera recuperar la ventaja que tenía Mitch. La gente del equipo de Cristina estaba en la meta y los nervios empezaron a aflorar porque, además, en la zona de llegada apenas había cobertura móvil para recibir información en directo. Para más inri, Cristina salió delante del americano, con lo que no se lo cruzó en carrera y no sabía que venía averiado. Ni qué decir tiene que la burgalesa, dado que sus opciones de victoria eran remotas, hizo un planteamiento de la etapa que no era precisamente el de apretar a tope, por eso nadie estaba confiado en que el milagro acabara por pasar, pero pasó.
En líneas generales, y aparte de estos dos campeones, el resto de los españoles tuvieron una actuación más que brillante, independientemente del resultado. Desde Laia Sanz, pasando por Isidre Esteve, Albert LLovera y algunos más que han participado. A todos y cada uno de ellos mi enhorabuena por acabar dicha prueba tan dura.
Y, cómo no, mención especial a quien le ha llegado a costar la vida en esta ocasión, Carles Falcón. Mucho ánimo a sus familiares en tan duro trance, desde aquí nuestro pequeño y humilde homenaje. Una verdadera pena y una gran perdida. DEP
