El niño no será objeto de ningún tipo de trata, ocupación laboral, esclavitud, crueldad… y todo lo que perjudique su salud, educación, desarrollo físico, mental o moral.

El problema: RAP de LOS VIRUS INVISIBLES

Me llaman Capitán Rayo, soy un niño de la calle.
Mi edad no importa a nadie, pero no llego ni a los diez.
Me gano la vida: trabajando, sudando, andando,
remando, cargando, subiendo, bajando,
llevando mil paquetes, y a la vez, pedaleando.

Cargo piedras en las obras y me gano mi jornal
contratado como esclavo como si fuera un animal.
Los cartones y las latas que recojo por las vías
son la fuente del dinero que me gano día a día.
Yo no tengo un sindicato que me proteja del mal,
tampoco tengo abogado, ni de oficio, ni legal,
Yo no conozco otra vida, ni tampoco le veo otra salida.

Aquí en la calle, ¡por eso!, no me puedo ni quejar,
pues me enviarán de castigo a un basurero infernal
y allí estaría buscando la comida más fatal
que ni las hienas hambrientas comerían
ni por su instinto animal olerían.
Y si me quejo, me castigan a la peor crueldad.
Estos son los virus invisibles que me quieren matar
y no me ofrecen las vacunas para poderme sanar.

Somos millones de niños que estamos así de mal,
no tenemos protección, nuestra vida va fatal.
Quiero gritarlo muy alto al sonido de trompeta
a ver si en el mundo se enteran de que aquí cada día
nos matan lentamente, aunque no usen la escopeta.

Quisiera estar encerrado en un castillo medieval,
y defenderme de los virus invisibles, en la torre principal.
Pero me conformo con ser un ordenador personal
porque a ellos los protegen con antivirus especial.

Con este rap os he contado la verdad de la verdad:
hay bichitos sociales que contagian mucho mal.
Ayudadme a encontrar el antivirus invencible
que proteja nuestra vida de esos virus invisibles
que causan tanta, tanta, tanta adversidad.

La canción: EL ANTIVIRUS
Letra y música: Florentino Escribano

(Recitado)
En los castillos de antaño muy difícil era entrar
pues, rodeados de murallas, muy protegidos están.
Vigilan mil caballeros, forrados de escudos van
protegiendo a la princesa y también a sus papás.

Hoy los ordenadores son como castillos de ayer
con protección antivirus que nadie puede vencer.
Yo soy un niño de calle, no tengo trato, ni honor,
mas quiero estar protegido como el ordenador.

ESTRIBILLO
Quiero el antivirus contra la explotación.
Quiero el antivirus que es mi protección.
Quiero el antivirus que es la solución
para tener altura en mi cultura
y proteger al niño de tanto ‘guiño’;
abandonar la calle con sus ‘detalles’
y luego, yo te ayudaré a ti.

SEGUNDA ESTROFA
No soy príncipe ni rey, pero tengo dignidad,
y quiero estar protegida contra las fuerzas del mal;
que ya no son dragones, sino crueldades, sin par,
que muchos niños sufrimos sin poderlo remediar.

Este derecho consiste en proteger al menor
que debe estar resguardado de todo lo que causa dolor.
También debe estar protegido de todo lo que causa el mal
y, por supuesto, en su conciencia moral.

TERCERA ESTROFA
Yo quiero estar protegido de tanta marginación.
Yo quiero estar protegido desde la educación.
También quiero que me protejan de una vida fatal.
Si tú lo intentas, conmigo, todo será colosal.

ESTRIBILLO

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