Empresas chinas llevan 19 años engañando a los consumidores europeos, haciéndoles creer que los productos que venden en el continente han pasado el examen de calidad que exigen las autoridades de la Unión Europea, y por el momento no parece que ni la Comisión ni el Parlamento comunitarios vayan a hacer nada por arreglarlo, más allá del clásico “estamos trabajando en ello”.
El objeto de esta picardía son artículos de higiene personal, juguetes, electrodomésticos, muebles, material de oficina… cualquier cosa que a alguien pueda ocurrírsele, y la treta que usan los fabricantes es un falso sello ‘CE’, casi idéntico al oficial.
Creado en 2006 por medio de una Directiva del Parlamento y el Consejo, el logotipo ‘CE’, del francés ‘Conformité Européenne’, indica que un artículo cumple las mínimas garantías de seguridad que se exigen en el Espacio Económico Europeo y, por tanto, puede ser comercializado dentro de sus fronteras.
Como ha explicado a ABC Juan Rubén de la Cruz, abogado de Legálitas especializado en Derecho Mercantil, la Administración no hace exámenes de calidad previos a la otorgación de los sellos, siendo las propias empresas las que acreditan que cumplen las condiciones. Al hacerlo, asumen la responsabilidad de que lo que ofrecen está en línea con los requisitos de seguridad, sanidad o protección medioambiental, entre otros, que exigen las directivas y los reglamentos comunitarios.
Pues bien, en 2006, y muy oportunamente, en China apareció el logo ‘China Export’. Según la Comisión Europea, que lo ha ratificado en muchas ocasiones, es evidente que esta marca no tiene más razón de ser que engañar a las autoridades y a los consumidores europeos. Nadie sabe qué significa ni qué acredita, solo que sus siglas son idénticas al sello de la Unión Europea, con la única diferencia de que en el marcado ‘Conformité Européenne’ las dos letras están separadas (en concreto, el espacio entre ambas es equivalente a la mitad de la letra C) y en el ‘China Export’ están pegadas.

El festival también incluye un amplio programa de actividades paralelas durante el mes de noviembre, como el programa ‘Cine y escuela’ en el Centro Cultural Alcazaba, con proyecciones para escolares; el taller práctico ‘Diseñar para la cámara’, impartido por el director de arte Damián Galán Álvarez, los días 8 y 9 en la Sala Trajano; un concierto el 16 de la Banda de Música de Mérida en el Centro Cultural Alcazaba; o la exposición de los 20 carteles oficiales del festival del 17 al 30 de noviembre en el mismo espacio.