Como servicio esencial durante el confinamiento, la banca ha estado al lado de los ciudadanos y también de las empresas en los momentos más duros desde que se decretara el estado de Alarma, y Caja Rural de Extremadura mantuvo sus 110 oficinas abiertas desde el primer día, prestando sus servicios.
El director de Área de Negocio de esta entidad corporativa centenaria, Juan Ramón Gómez, analiza una situación de incertidumbre en la que aún nos encontramos, aunque hayan pasado ya más de cuatro meses y se esté recuperando cierta normalidad, y destaca el cese de actividad como el principal problema de los empresarios extremeños.
A través de las líneas ICO la entidad ha podido ofrecer una cobertura a las empresas para pasar estos meses de transición mientras caían sus ingresos por la falta de actividad en la sociedad, incidiendo en la necesaria rapidez para tramitar estas ayudas.
Durante el estado de Alarma también se han visto afectadas las iniciativas solidarias de la entidad, así como sus tradicionales Premios Espiga, en las diferentes especialidades, pero afortunadamente se están reactivando, tanto las colaboraciones con las entidades del tercer sector como esos galardones, de los que se acaban de fallar los relacionados con el vino Denominación de Origen Ribera del Guadiana, y próximamente se convocarán los relativos al jamón ibérico con Denominación de Origen Dehesa de Extremadura.
Firme defensor de mantener el optimismo, Juan Ramón Gómez cree que no hay que perder de vista la realidad que nos ocupa, pero también considera fundamental sobrellevar esta situación pensando en el futuro con esperanza y en revertirla entre todos.