Con motivo del Día Internacional de la Dislexia, que se celebra el 8 de octubre, la Federación Española de Dislexia lanza la campaña ‘Tengo dislexia pero puedo brillar’, reivindicando la unión de todas las entidades y personas por la investigación y la ayuda a las personas que padecen este trastorno del aprendizaje.
Además, desde la propia entidad se está tramitando que esta fecha pase de ser ‘Día Internacional’ a ‘Día Mundial’, bajo la declaración oficial de la ONU. Se trata de un proyecto con el que la federación está trabajando incansablemente, el cual se espera que próximamente pueda contar con los apoyos suficientes en los cinco continentes, así como con un número importante de votos por parte de los distintos embajadores dentro de la Organización de las Naciones Unidas.
Como novedad, este año se ha elaborado una bandera -aprobada por la Asociación Europea de Dislexia– por el Día Internacional de la Dislexia, de color azul turquesa; el color oficial de la campaña, con el que se pretende transmitir calma, serenidad, tranquilidad… que, en palabras de la presidenta de la Asociación de Dislexia en Extremadura, Sara Gamero, es lo que le hace falta a los niños con este trastorno del aprendizaje.
A su vez, otro de los actos que se han previsto para este 8 de octubre es la iluminación, en azul, de los principales monumentos de las ciudades de Cáceres, Mérida, Badajoz e, incluso, Elvas como muestra de apoyo a la campaña.
Sin embargo, el acto culmen de este año es, sin duda, la entrega de los Premios Nacionales de Dislexia en Madrid el día 11 de octubre, a las 16.00 horas. Un evento el cual se realiza por primera vez, en el que se premiarán tres categorías, las cuales se mantienen en secreto actualmente, y al que asistirá Sara Gamero en el Congreso de los Diputados.
Con estos premios, según la presidenta de la Asociación de Dislexia en Extremadura, se busca reivindicar que la Administración tenga buenas prácticas con las personas disléxicas, así como que se realice un diagnóstico temprano a los niños, involucrando de esta forma a la sanidad pediátrica. En definitiva, Sara Gamero expone que “lo único que queremos es que se nos escuche, porque la dislexia es el trastorno invisible”.
Asimismo, y según manifiesta la presidenta, lo que se persigue con todas estas acciones es sensibilizar a la población; buscar la formación de los profesores para que puedan ayudar a los niños con dislexia; y emplear las nuevas tecnologías como una ventaja que pueda agilizar el aprendizaje en estos jóvenes. Y, es que, todo estas peticiones no pueden materializarse si la Administración no brinda los recursos necesarios. Por eso, es preciso que se llegue siempre al diálogo y a la escucha activa con las diferentes asociaciones. Así, y tal y como manifiesta Sara Gamero, “si no participamos todos, esto nunca avanzará”.