Feliciano Correa (Jerez de los Caballeros, 1941), presentó el pasado verano, de la mano de Fundación CB, su obra ‘La Transición política: antecedentes históricos y conflictos en Extremadura’.
El nombrado Jerezano Ilustre en 2019 vuelve a publicar un nuevo libro después de haber narrado las hazañas de Hernando de Soto o tras plasmar en ‘Espuelas, Hoces y Cuchillas’ la realidad del campesinado extremeño en el pasado siglo. En su nueva monografía, el doctorado en Historia profundiza en los retos que tuvieron que afrontar Extremadura y España en la llegada de la democracia.
‘La Transición política: antecedentes históricos y conflictos en Extremadura’ (“un libro que debía a aquella gente que estuvo luchando conmigo”, nos cuenta) desvela hechos desconocidos que acontecieron desde las fechas inmediatamente anteriores a la muerte de Francisco Franco hasta la llegada de la plena democracia a España. Pocos son los que conocen los hechos ocurridos en la finca ‘La Jarilla’, lugar de educación del, por aquel entonces, príncipe Juan Carlos; o los tres seudónimos secretos que Franco usaba en sus artículos en el diario Arriba. Estos son algunos de los temas que trata Feliciano Correa.
Un libro que llega en un momento delicado para la política nacional tras el acuerdo del PSOE con los independentistas catalanes y otras fuerzas políticas para volver a investir presidente del Gobierno a Pedro Sánchez; una situación que, para muchos y con la posible amnistía de fondo, pone en jaque ciertos principios de la Constitución y que, en opinión de Feliciano Correa, “falta a la solidaridad interregional”. Un texto que no fue fácil de cerrar debido a “las distintas visiones políticas” pero que incorporó las firmas de casi todo el panorama político gracias a “un sentido del servicio del que carece nuestra política actual”.
“Las autonomías nos permiten desarrollar la Constitución; durante su elaboración se hicieron una serie de apaños para que los regionalistas lo aceptaran. Pero tiene un defecto, las autonomías han inflado las administraciones regionales de funcionarios. El sistema necesita una simplificación burocrática”, concluye Feliciano Correa.
