El acto institucional del Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer se ha celebrado en la Asamblea de Extremadura, cuya presidenta, Blanca Martín, ha considerado necesaria esta efeméride mientras se constate el fracaso de una sociedad que convive con la violencia y “tolera un terrorismo atroz” que ha segado la vida de miles de mujeres.
En su intervención ha instado a combatir y no normalizar las violencias que sufren las mujeres. “La violencia se ejerce también con la palabra”, ha afirmado, y además ha recordado las conclusiones del estudio de la profesora Silvia Soriano con relación a la violencia contra las mujeres en el ámbito político, una violencia verbal que se ejerce además en nuevos espacios, como las redes sociales, y con nuevos instrumentos, como la inteligencia artificial.
Blanca Martín ha apelado a la educación para hacer frente a esta lacra que continuará “mientras persistan mentalidades que utilizan el lenguaje como artillería para reforzar un sistema patriarcal, que diferencia y aleja, perpetúa las desigualdades y niega las violencias que atenazan, humillan y asesinan a las mujeres”.
De igual modo, ha abogado por el feminismo como herramienta para la construcción de una sociedad de iguales, y ha agradecido al Grupo Parlamentario Popular, al Grupo Parlamentario Socialista y el Grupo Parlamentario Unidas por Extremadura la aprobación conjunta del manifiesto leído en el acto institucional por sus respectivas portavoces: Teresa Tortonda, Teresa Nuria García y Nerea Fernández.
El texto recoge su solidaridad con las mujeres, niñas y niños que han sufrido o sufren la expresión machista más extrema, la violencia de género; evidencia el compromiso de seguir trabajando con el resto de las administraciones para cumplir las medidas del Pacto de Estado contra la Violencia de Género; y reafirma la predisposición para conseguir su renovación y actualización.
También ha asistido al acto institucional la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, quien ha asegurado que la igualdad es un valor inherente a las democracias, y ha recordado que acabar con la violencia de género es un objetivo prioritario para el Ejecutivo regional.
Posteriormente ha tomado la palabra Rachida Sabir, hermana de Nadia Sabir, a quien su pareja asesinó en 2010. Rachida se hizo cargo de la hija de su hermana y ha señalado que otra vida comenzó tras su asesinato, “una vida llena de heridas y malos recuerdos”. Por su parte, Elisabeth Blanco, también víctima de la violencia de género, ha animado a las mujeres a denunciar, “porque hay vida después”, y ha dado las gracias a los profesionales que le han “enseñado a vivir de nuevo”.
