Enamorada a partes iguales de su tierra y de su profesión, Lola Trigoso es una trujillana dedicada en cuerpo y alma al Periodismo, que disfruta del contacto con la gente y sus historias para luego poder contarlas.
Con un amplio recorrido profesional, que le ha llevado por medios escritos de Salamanca o Ceuta, y por canales de televisión como Telecinco o Canal Sur, podemos verla en Canal Extremadura Televisión con su nuevo programa, ‘A tu salud’, un espacio sobre salud y bienestar, que ofrece consejos, da respuestas y ayuda a prevenir.
En unos días volveremos a disfrutar de su compañía presentando una nueva edición de los Premios Grada; mientras tanto nos quedamos con su consejo para quien esté interesado en dedicarse a la información: “Comunicar, contar y escuchar; no se me ocurre un oficio con pilares más bonitos. Si lo eliges, disfruta”.
¿Podemos definirte como trujillana hasta la médula y extremeña enamorada de su tierra?
Ay mi pueblo, Trujillo es el lugar al que volver siempre, en el que nunca paso suficiente tiempo. Mis raíces, mi familia, mis recuerdos, la calma que necesito… Todo está allí. El amor de una y mil vidas es mi pueblo. Y de mi tierra, ¿qué decir? Extremadura es el lugar en el que quiero estar.
Pero además te sientes vecina de adopción de Esparragalejo. ¿Cómo es esto?
[Risas] Además de mi pueblo, Trujillo, hay dos localidades especiales para mí en Extremadura: Esparragalejo y La Cumbre. He sido pregonera de sus fiestas. En La Cumbre están mis raíces, mi abuela Juana me enseñó a amar esta tierra a través de los recuerdos de su pueblo. Allí me siento en casa.
Y lo que hace especial una localidad es su gente. Tengo un gran amigo esparragalejano, y gracias a él he conocido una familia de vecinos maravillosa. Siempre que voy siento que ha sido muy corto.
¿Cuándo empezó tu interés por la comunicación, y en qué momento decidiste que podía ser tu profesión?
Cuando lo decidí era ya una mujer adulta, pero el interés creo que nació conmigo. De niña ya fantaseaba con ser periodista y me divertía haciendo programas de radio. Entrevistaba con una grabadora a todo el que pasaba por casa jugando a ser Julia Otero. La tele siempre me fascinó. Supongo que fue algo natural, a nadie le sorprendió.
¿Mientras estudiabas en Salamanca tenías claro que querías volver a Extremadura a desarrollar tu trabajo?
Siempre he tenido claro que Extremadura es mi lugar. Aquí quiero estar, trabajar y crecer. Es verdad que he trabajado fuera de aquí y he sido muy feliz, las ciudades son las personas y yo he tenido buena suerte. Aun queriendo estar aquí, a veces tienes que irte fuera para que te valoren y otras, porque aquí te quedas sin trabajo.
¿Cuáles fueron tus primeros pasos laborales después de la Universidad?
Mi primer trabajo como periodista fue en La Gaceta de Salamanca, lo compaginaba con el último curso de la carrera. La prensa escrita me gustaba mucho y, cuando acabé, me fui a Ceuta y estuve trabajando en El Faro de Ceuta. Fueron unos años muy intensos, muy divertidos también a pesar de que la información que manejaba no era siempre amable. Conocí a grandes profesionales que, como yo, descubrían la realidad de este maravilloso oficio, que es contar lo que ocurre. Hoy son amigos, pero la vida nos ha llevado por caminos diferentes. A mí la tele me atrapó rápido, esa es la verdad.
En Andalucía también trabajaste en Canal Sur. ¿Cómo fue esa etapa?
Andalucía es mi segunda casa, lo digo siempre. Los años que pasé en Canal Sur fueron, profesionalmente, intensos y enriquecedores. Ser reportera de Andalucía Directo fue un sueño cumplido, y presumo de ello. Cuando estaba en la universidad soñaba con formar parte de un programa así. Es el segundo programa más longevo de la televisión nacional, un formato consolidado y la mejor escuela que existe, de verdad. Es un máster de reporterismo en toda regla. La adrenalina del directo y la cercanía de la gente no las supera nada. En este oficio hay etapas y etapas, pero los años que pasé como reportera los guardo en el cajón de los mejores de mi vida.
Y volviste a casa, a la tierra.
Me reafirmo; he sido feliz, mucho, en el sur, pero la tierra tira, y la familia también. Volver a Canal Extremadura me ha dado la oportunidad de trabajar para mi gente y con mi gente. El cariño que me demuestra día a día el público extremeño es la mejor recompensa. He sido reportera en mi tierra y he pisado casi todas las localidades extremeñas buscando a los protagonistas de la noticia. Me gusta que me vean como una más, porque lo soy. Me duele Extremadura, me duele nuestra gente, me enorgullece ver lo que tenemos y me apena que los jóvenes tengan que irse de esta tierra. Por eso quiero estar aquí, trabajar aquí, que mis hijos crezcan aquí y no tener que echar de menos escuchar nuestro acento. La vida da muchas vueltas, pero este es mi lugar en el mundo.
Además de hacer directos como reportera, en Canal Extremadura Televisión acabas de estrenar el programa ‘A nuestra salud’, y has conducido las tardes con el magazín ‘A esta hora’. ¿En qué formato te encuentras más cómoda?
Soy una disfrutona y me gusta tanto lo que hago que en todas las etapas he sido feliz. El formato de la tarde es maravilloso, te permite debatir, entrevistar, emocionarte con las historias que te llegan… Y entretener. Me gusta entretener, forma parte de este oficio y no le damos el valor suficiente.
En esta nueva etapa estoy encantada. Dirigir y presentar un espacio destinado a hacer la vida más fácil a los extremeños es una oportunidad de seguir creciendo profesionalmente y explorar otro terreno. Sigo disfrutando.
Cuéntanos un poco más sobre tu programa actual, ‘A nuestra salud’.
Lo más importante es que formo parte de un equipazo de profesionales y buenas personas, de quienes sigo aprendiendo cada día. ‘A nuestra salud’ es un programa de salud y bienestar, que ofrece consejos, da respuestas y ayuda a prevenir. Es un programa hecho con mucho cariño y en el que escuchamos lo que les preocupa a los extremeños. Ofrecemos soluciones y te ponemos a hacer ejercicio, ¿por qué no? Nos gusta la tele de cercanía.
¿Si volvieras a nacer serías periodista otra vez?
No sé vivir de otra forma. Esto es un medio de vida, porque hay que trabajar, pero también un modo de vida. Las despedidas son inherentes a esta profesión. Y uno no se acostumbra nunca. He asistido al final de varios programas, he tenido que despedirme de muchos compañeros, he hecho más de una decena de mudanzas y he cambiado de medio más de una vez. Lo peor es siempre ver cómo hay gente con talento y compromiso que acaba dejando los medios porque necesita pagar la hipoteca. A eso tampoco se acostumbra nunca una.
¿Qué se le debería pedir a un comunicador o periodista para ser considerado un buen profesional?
Rigor y honestidad. Y ser tú mismo, en la tele fingir no funciona nunca.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
¡Uf! me faltan horas del día. Ahora mismo, la mayoría de mi tiempo libre se lo dedico a mis hijos. En familia nos gusta hacer pequeñas escapadas rurales y gastronómicas. Viajar y leer son las mejores formas de descubrir el mundo. Últimamente me ha dado por la cocina, no soy una gran chef pero me gusta innovar. Y tengo un público muy agradecido [risas].
¿Qué podemos hacer los extremeños para cambiar el cliché negativo que aún persiste sobre nuestra tierra en el resto de España?
Yo no creo eso, para nada. Cuando hablas de Extremadura fuera de nuestra región, todo lo que se dice es positivo. Estando en Andalucía he visto el cariño enorme que nos tienen y cómo destacan nuestro patrimonio, nuestra gastronomía y nuestra diversidad. Lo que tenemos que hacer es dejar de pensar que lo que viene de fuera es mejor y convencernos de nuestro valor. Tenemos grandes escritores y escritoras, actores y actrices, cocineros y cocineras, periodistas, pintores, gestoras… y con acento extremeño. ¿Que hay menos que de otras tierras? Claro, es que somos un millón de habitantes, pero talento hay. Mucho. Muchísimo.
¿Qué futuro le auguras al Periodismo en convivencia con las redes sociales?
La gente consume la información de otra forma, así que hay que adaptarse. Cada vez se abre menos la prensa y más Twitter. Se leen titulares y textos de 280 caracteres. No queda otra que adaptarse. Los románticos de la prensa escrita, como yo, tenemos que aprender a manejar ambas herramientas. Y los medios igual. La audiencia social ahora se mide en redes y en televisión a la carta. Convivir, vosotros lo habéis dicho. Ese es el reto.
En este sentido, ¿qué puede hacer cualquier persona ante la avalancha actual de datos y de noticias, que no siempre de información?
Las ‘fake news’ están ahí y van a estar; pero si quieres estar informado y no desinformado hay que saber a qué portales y webs te diriges. Los periodistas contamos cada vez con más herramientas para contrastar, alejarnos de bulos y comprobar la fuente, incluso si una foto es real o inventada. Esto es como ir a tu tienda de confianza, busca portales que te la den. El reto es enseñar a los jóvenes a no caer en la trampa, y a no difundir información falsa; eso es educación, y los padres nos tenemos que poner las pilas.
En unos días volveremos a verte presentando una gala de los Premios Grada, como ya hiciste hace unos años, y conoces nuestra apuesta por la plena inclusión de los colectivos desfavorecidos. ¿Tienen las personas más vulnerables el espacio que merecen en los medios de comunicación?
Cada vez hay más presencia en los medios de personas y colectivos con diversidad funcional o diferentes capacidades. Eso es verdad, pero siendo sinceros, aún hay mucho espacio que deberían ocupar. Hay presencia, pero en muchos casos con un papel completamente estereotipado. Necesitamos más compromiso y más responsabilidad. Hay gestos que pueden cambiar muchas cosas.
Los medios de comunicación tenemos una responsabilidad social, no se nos debe olvidar. Somos un canal para dar visibilidad y normalizar la inclusión de las personas con discapacidad en todos los ámbitos sociales. A veces leo aún, perpleja, titulares donde ni en el lenguaje somos rigurosos. Queda trabajo.
Ahora que existe la posibilidad de estudiar Periodismo en la Universidad de Extremadura, ¿qué dirías a quien esté planteándose dedicarse a la información?
Comunicar, contar y escuchar; no se me ocurre un oficio con pilares más bonitos. Si es lo que te gusta, adelante. Este trabajo es muy vocacional y no siempre vas a estar en el mismo lado. Pero te da la posibilidad de estar en algunos lugares y conocer a algunas personas que no harías si no fueras periodista. Los canales de comunicación cambiarán, pero la información es un derecho y una necesidad. Si lo eliges, disfruta.
