Buscar

María Escudero Escribano. Ingeniera química y referente internacional en electroquímica y sostenibilidad

María Escudero Escribano. Ingeniera química y referente internacional en electroquímica y sostenibilidad
Foto: Carlos Criado
Léeme en 12 minutos

Nacida en Cáceres en 1983, María Escudero Escribano es catedrática de investigación ICREA en el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) desde 2022, donde dirige el grupo de NanoElectrocatálisis y Química Sostenible.

Es ingeniera química por la Universidad de Extremadura y doctora en Electroquímica por la Universidad Autónoma de Madrid (2011), con su tesis doctoral realizada en el Instituto de Química Física Blas Cabrera del CSIC. Fue investigadora postdoctoral en la Universidad Técnica de Dinamarca y en la Universidad de Stanford en Estados Unidos. Con 33 años comenzó su carrera independiente en la Universidad de Copenhague, donde fue profesora y líder de grupo desde 2017 hasta que regresó a España como profesora ICREA en el ICN2.

Ha recibido numerosos premios de investigación, como la Medalla de Oro del Premio Joven Químico Europeo (2016), el ‘Electrochemical Society Young Researchers Award’ (2018), el Premio Princesa de Girona Investigación (2018), el Premio Jóvenes Investigadores de la Real Sociedad Española de Química (2019), el ‘Clara Immerwahr Award’ (2019), o el Premio Nacional de Investigación María Teresa Toral en Ciencia y Tecnología Químicas (2024). En 2022 recibió una ERC Consolidator Grant del Consejo Europeo de Investigación, y es Académica de Número de la Academia Joven de España.

¿Tiene antecedentes familiares que le relacionen con las ciencias?
Familiares que hubiesen estudiado carreras de ciencias, sí, incluidos mis padres. En mi casa había muchos libros: enciclopedias de ciencia, historia, geografía, biografías, novelas… pero sobre todo libros de química, la cual, a partir de cierta edad, me empezó a fascinar, y que disfrutaba aprendiendo. También, de muy pequeña, pasaba tiempo en el laboratorio donde mi padre daba prácticas de química en el antiguo Instituto de Formación Profesional ‘Vegas del Alagón’ de Coria. Me movía entre estanterías con matraces, probetas… y me sabía sus nombres porque repetía a mi padre como un loro.

¿Se recuerda de pequeña como una niña curiosa?
Recuerdo que, siendo muy pequeña, me encantaban los puzles, y que me daban un cuento y me gustaba verlo todo, observando cada detalle. Mis padres y los mayores que estaban cerca de mí sí me han dicho que era muy observadora, muy curiosa, y muy preguntona.

María Escudero Escribano. Ingeniera química y referente internacional en electroquímica y sostenibilidad
María, con dos años, en el laboratorio del IFP de Coria. Foto: Cedida

¿En qué momento decidió que quería estudiar una carrera científica?
Siempre me encantaron las asignaturas de ciencias. Desde pequeña, me gustaban mucho las matemáticas, me divertía resolver problemas, y en los últimos años de colegio me encantaba la química. Cuando tuve que decidir qué estudiar en la Universidad me llamaban la atención muchas carreras científicas (desde Química, Matemáticas o Ingeniería Química hasta Medicina). Realmente no fue sencillo para mí elegir la carrera, tuve dudas hasta el último momento entre Medicina o Ingeniería Química. Finalmente, decidí estudiar Ingeniería Química en la Universidad de Extremadura.

¿Al empezar a estudiar en la Universidad de Extremadura ya intuía cómo querría enfocar su carrera profesional?
Desde los primeros años de carrera tenía muy claro que quería llegar a ser científica y dedicarme a la investigación. Sabía que, al terminar la carrera, tenía que seguir formándome, pero me resultaba casi imposible considerar que pudiese continuar realizando una tesis doctoral, porque mi sueño era ir a algún centro investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

¿Por qué se decidió por el CSIC para realizar su doctorado, y qué le llamó la atención del enfoque que eligió, las reacciones electroquímicas que tienen lugar dentro de las células de combustible?
Me interesaban varios centros del CSIC y, durante la carrera, apliqué en más de una ocasión a becas de iniciación a la investigación del CSIC. Finalmente, me concedieron una de estas becas en el último año de carrera. Gracias a ser elegida, pude pasar un mes en el Instituto de Química Física Blas Cabrera del CSIC, en Madrid. Esto fue clave, porque allí me ofrecieron realizar el doctorado y empezó todo.

Mi tesis doctoral se centró en la electroquímica. Investigué reacciones que tienen lugar en las pilas de combustible, que son dispositivos electroquímicos que convierten la energía química en electricidad directamente. Desarrollar materiales que nos permitiesen hacer estas reacciones más eficientes era clave, por ejemplo, para comercializar los coches de pilas de combustible de hidrógeno, que son ahora una realidad.

Tras su doctorado siguió formándose en el extranjero. ¿Lo veía como el inicio de una carrera profesional fuera de España o pensaba volver después de concluir su formación?
Tenía claro que ser investigadora postdoctoral fuera de España era necesario y muy valioso para mi formación. Así que, cuando terminé el doctorado, me mudé a Copenhague para comenzar mi postdoctorado en la Universidad Técnica de Dinamarca. Mi idea era estar fuera de España durante dos o tres años y luego regresar, pero, cuando pasaron dos años, fui consciente de que España estaba aún lejos y de las grandes dificultades para la vuelta.

María Escudero Escribano. Ingeniera química y referente internacional en electroquímica y sostenibilidad
Durante su postdoctorado en el laboratorio del Departamento de Física de la Universidad Técnica de Dinamarca (2013). Foto: Cedida

¿Cómo surgió esta posibilidad de seguir formándose en Dinamarca?
Cuando estaba comenzando mi tercer año de doctorado asistí a un congreso de la Sociedad Internacional Electroquímica en Niza (Francia) e impartí una charla sobre las investigaciones que había realizado durante una estancia de investigación en el Laboratorio Nacional de Argonne (Estados Unidos). Al finalizar mi charla, los profesores de la Universidad Técnica de Dinamarca, que luego se convirtieron en mis supervisores, se acercaron a saludarme y a decirme que les había gustado. Ya de vuelta en Madrid, al poco tiempo, me escribieron un email animándome a aplicar para una plaza de postdoctorado con ellos. Pero no sabían que a mí me faltaba aún un año para terminar la tesis. Seguimos en contacto, esperaron a que finalizase mi doctorado y, en cuanto lo hice, me invitaron a dar una charla en su universidad. Fue cuando me propusieron de nuevo irme con ellos y, por supuesto, acepté la oferta.

Tras esta etapa comenzó otra en Estados Unidos. ¿Cómo valora ese periodo de su vida fuera de España?
Los tres años de postdoctorado en Dinamarca fueron geniales. Disfruté y aprendí muchísimo, tuve la suerte de trabajar en proyectos muy punteros e innovadores con un gran equipo. Además, Copenhague es una ciudad fantástica, aunque los inviernos son duros. Después de los dos primeros años empecé a aplicar por financiación allí y me concedieron una beca muy prestigiosa del gobierno danés para realizar mi proyecto de investigación en la Universidad de Stanford, en California.

Gracias a esta beca, trabajé dos años en Estados Unidos, que también fueron años muy felices. Stanford es un lugar único y muy inspirador. Tanto en la Universidad Técnica de Dinamarca como en Stanford tuve la suerte de trabajar con excelentes mentores, líderes en mi campo a nivel internacional, y que han sido muy importantes en mi desarrollo profesional. Después de Stanford comencé mi carrera independiente, a los 33 años, cuando conseguí una plaza de profesora en la Universidad de Copenhague, donde comencé a dirigir mi propio grupo de investigación.

María Escudero Escribano. Ingeniera química y referente internacional en electroquímica y sostenibilidad
En el laboratorio del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Stanford (2016). Foto: Cedida

Y, finalmente, pudo regresar a España para continuar su carrera profesional.
Aunque volví de Estados Unidos para comenzar mi carrera independiente en Copenhague, nunca lo consideré el destino definitivo. Tenía que establecerme, construir mi grupo de investigación, conseguir financiación, dar clases, publicar… Conseguí muy buena financiación a nivel nacional y tocaba aprovecharlo para, con todo consolidado, poder barajar opciones para trasladarme y empezar, definitivamente, en España. De ahí el tiempo que, al final, necesité para conseguirlo; tuvieron que pasar cinco años más. Me mudé a Barcelona en 2022, cuando conseguí mi plaza de catedrática de investigación ICREA, después de desarrollar mi carrera en Dinamarca y en California durante más de 10 años en total.

Ahora está ligada al Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2), en Barcelona. ¿En qué consiste su trabajo?
En el ICN2 dirijo el grupo de investigación ‘NanoElectrocatálisis y Química Sostenible’; nuestro trabajo consiste en diseñar y desarrollar nuevos materiales y procesos para la conversión y el almacenamiento de energía renovable, así como la producción de combustibles verdes y otros productos sostenibles. Para mí es un privilegio dirigir este grupo multidisciplinar, internacional y diverso, que está formado actualmente por 12 investigadores de nueve nacionalidades diferentes. El enfoque multidisciplinar es muy importante: combinamos electroquímica, ingeniería de materiales y técnicas avanzadas de espectroscopía y microscopía… Por eso, en nuestro grupo trabajan químicos, ingenieros químicos, físicos, ingenieros de materiales y nanocientíficos.

María Escudero Escribano. Ingeniera química y referente internacional en electroquímica y sostenibilidad
Con su grupo de investigación del ICN2 en Barcelona en la comida de Navidad de 2024. Foto: Cedida

¿Podría explicar cómo funcionan los dispositivos de conversión de energía renovable como los electrolizadores y las pilas de combustible, y por qué son importantes para la transición energética?
Los dispositivos de conversión de energía renovable son clave para la transición limpia. Nos permiten convertir la electricidad proveniente de renovables, por ejemplo, de energía solar o eólica, en combustibles limpios u otros productos. Como no siempre brilla el sol ni sopla el viento, mediante estos procesos almacenamos la electricidad renovable a la vez que producimos combustibles verdes y otros productos de alto valor añadido. Por ejemplo, gracias a la electrólisis del agua podemos obtener hidrógeno verde. Y, a su vez, este hidrógeno verde lo podemos usar como ‘combustible’ en las pilas de combustible, que se pueden utilizar en transporte sustituyendo a los combustibles fósiles.

¿Podemos hablar de una ‘química sostenible’?
Sí, la química sostenible está basada en procesos limpios, seguros y eficientes, y que utilizan recursos renovables y materiales abundantes.

¿Cuál será el futuro de la electroquímica en la lucha contra el cambio climático?
La electroquímica es clave para construir un futuro sostenible, ya que, a partir de reacciones electroquímicas, podemos convertir la electricidad proveniente de la energía solar o eólica en productos renovables. En mi grupo investigamos nuevos materiales y procesos que nos permitan obtener no solo hidrógeno verde, sino también otros combustibles limpios para la aviación y el transporte marítimo, así como fertilizantes sostenibles. Por ejemplo, actualmente estamos trabajando en proyectos que tienen el objetivo de convertir gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano, en combustibles líquidos como el metanol, que es muy prometedor para descarbonizar el transporte marítimo. En el futuro, estos procesos electroquímicos serán clave para descarbonizar y revolucionar los sectores de la energía, el transporte, la industria y la agricultura.

María Escudero Escribano. Ingeniera química y referente internacional en electroquímica y sostenibilidad
Con su hermana Estrella en la ciudad monumental de Cáceres. Foto: Carlos Criado

¿Tiene una postura definida respecto al proyecto de mina de litio en Cáceres?
Es un tema que me produce mucha ansiedad, porque soy cacereña, adoro Cáceres, mi familia vive allí, y no puedo entender que siga adelante la posibilidad de realizar tal atrocidad a menos de un kilómetro de la ciudad. Una mina es perjudicial para el medio ambiente y para la salud de quienes viven cerca de ella. Sabemos lo que ocurre cerca de las minas: contaminación del aire y del agua, pérdida de biodiversidad, incidencia de cáncer y otras enfermedades… ¿Cómo se va a permitir algo así tan cerca de una ciudad de 100.000 habitantes? El impacto para esta y las futuras generaciones sería brutal, una verdadera tragedia para Cáceres. Pasaría de ser Ciudad Patrimonio de la Humanidad a ciudad fantasma, ¿Quién querría vivir en un lugar así? No se me ocurre una peor manera de destrozar nuestra ciudad, nuestro patrimonio y la salud de los cacereños.

Por otro lado, el litio no es el futuro. Las baterías del futuro serán más seguras y sostenibles, y no llevarán litio. La transición tiene que ser limpia, y la sostenibilidad, el bienestar y la seguridad de los ciudadanos siempre debe estar por encima de los intereses económicos. No pueden acabar con nuestra ciudad de esta manera. Espero que quienes están en el poder en Extremadura recapaciten, porque no lo podemos consentir.

Recientemente le han comunicado la concesión del Premio Nacional María Teresa Toral por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación. ¿Qué supone este galardón?
Recibir un premio de investigación es motivo de alegría y satisfacción, personal y colectiva. La ciencia es trabajo en equipo. Este reconocimiento proporciona motivación y fuerza para continuar con nuestras investigaciones. Y también reafirma nuestro compromiso con lo que estamos haciendo, la relevancia y el impacto científico, tecnológico y social de nuestro trabajo. Además, si el premio que recibes es el más importante de España en investigación científica, aún son más fuertes los sentimientos y el sentido de responsabilidad. Es un honor y me siento muy agradecida.

María Escudero Escribano. Ingeniera química y referente internacional en electroquímica y sostenibilidad
Discurso en nombre de los galardonados en la ceremonia de entrega de los premios Princesa de Girona 2018. Foto: Cedida

¿Qué importancia le da a la divulgación científica para conectar con la sociedad?
A mí me apasionan tanto la investigación como la divulgación, y pienso que tienen que ir de la mano. Si los trabajos se quedan tan solo para la comunidad científica, se saltarían un paso absolutamente necesario, que la sociedad conozca y entienda lo que hacemos y por qué lo hacemos. La ciencia es clave para resolver los grandes retos de la humanidad, y es nuestra obligación acercarla a la sociedad, empezando por inspirar a los niños y a los más jóvenes, que van a ser clave para buscar soluciones científicas y tecnológicas a los retos que tenemos por delante. Estamos intentando mejorar el mundo, tenemos que contarlo, lograr que lo entiendan y que nos ayuden. La divulgación es básica.

¿Cree que los investigadores encuentran actualmente en España suficientes oportunidades para desarrollar su carrera?
En España se necesita muchísima más inversión en ciencia e investigación. Desarrollar la carrera científica es especialmente difícil para los investigadores jóvenes que quieren establecerse en España después de su postdoctorado. Esa etapa es crítica y las condiciones aquí son, a menudo, muy precarias. Actualmente podemos conseguir buena financiación a nivel europeo a través de becas muy competitivas, pero se necesita mucha más financiación a nivel nacional, tanto pública como privada.

¿Cómo percibe el rol de la mujer en la ciencia actualmente, y qué cree que falta por hacer?
En el ámbito científico sigue habiendo desigualdad estructural. Las mujeres nos enfrentamos a muchos más obstáculos para avanzar en nuestras carreras. El 50% de las mentes más brillantes son mujeres; sin embargo, estamos muy poco representadas en los puestos de liderazgo y, por tanto, en la toma de decisiones. Queda muchísimo trabajo por hacer para conseguir una igualdad real. Para eliminar la brecha de género se necesita que todos seamos conscientes de los privilegios y las desigualdades que existen. Es necesario fomentar la diversidad, la equidad y la inclusión en los lugares de trabajo, que las mujeres e investigadores pertenecientes a grupos minoritarios continúen en el mundo académico y accedan a puestos de liderazgo.

María Escudero Escribano. Ingeniera química y referente internacional en electroquímica y sostenibilidad
Foto: Carlos Criado

¿Encuentra algún motivo por el que las carreras científicas puedan resultar más interesantes para los niños que para las niñas?
No, la ciencia es interesante para las niñas y para los niños, pero puede resultar más difícil para las niñas elegir estas carreras si no tienen ejemplos de mujeres científicas. Creo que es muy importante que las niñas y los niños tengan claro que las ciencias y la ingeniería son para todos. Por ejemplo, es necesario destacar y promover los logros y las contribuciones de las mujeres científicas, dedicarles más espacio en los libros de texto y en los medios de comunicación. Que las niñas tengan espejos donde mirarse. Por eso la visibilidad de mujeres en ciencia es muy importante. También hay que educar en igualdad. Mis padres se dieron cuenta de que me encantaban las ciencias desde que era muy pequeña, y siempre lo potenciaron y me apoyaron.

En este sentido, ¿qué mensaje transmitiría a las jóvenes interesadas en la ciencia?
Me gustaría animar a las niñas y mujeres jóvenes interesadas en la ciencia, la tecnología y la ingeniería a que persigan sus sueños y se dediquen a lo que les apasione; que crean en ellas mismas y venzan sus inseguridades o sus miedos, porque merece la pena luchar por ello y es una carrera que se disfruta muchísimo. La ciencia es fascinante, y es urgente para construir un futuro sostenible y mejorar la calidad de vida de las personas. Así que os necesitamos a todas en este trabajo tan apasionante e importante.

ENTRADAS RELACIONADAS

La historia de Gabriel Amado, nacido en Navalmoral de la Mata, es un ejemplo de resiliencia, superación y pasión por...
Agradecimientos: Fundación CB, por la sesión de fotos en el edificio Montesinos22 Natural de la localidad pacense de Hornachos, Pedro...
Nacida en una familia con una profunda tradición musical, Miriam Cantero Díaz creció inmersa en los ritmos y las emociones...
Javier Mendoza es un joven comunicador íntimamente ligado a las Vegas Bajas del Guadiana, entre Montijo y Puebla de la...
Gitano de Fuente de Cantos, aunque estrechamente vinculado a Zafra, Paco Suárez es un destacado compositor y director de orquesta...
La Fundación Primera Fila volvió a organizar esta gala solidaria y entregó su galardón a la Fundación Yehudi Menuhin España...

LO MÁS LEÍDO