No sería descabellado pensar, y no podemos culpar a quien lo haga, que la actualidad musical de nuestra provincia pasa casi permanentemente por una crisis de talento, si esa afirmación la hacemos atendiendo solo a las cotas e índices de penetración que nuestros artistas tienen en un mercado nacional e internacional.
Durante años, muchos años son y han sido muy pocos, o prácticamente ninguno, los músicos que han aparecido en las grandes listas de ventas y popularidad de la más rabiosa actualidad musical. Parece una excusa muy recurrente lo de que solo se escuchan y venden el reggaeton y sus subestilos, como si en Extremadura no existieran artistas de reggaeton, o como si otros estilos más ‘respetables’ no produjeran un sinfín de nuevos ídolos y estrellas a lo largo y ancho del planeta, pero hay excusas que son un remanso perfecto para que se alojen la desidia y las pocas ganas de trabajar duro en pro de empresas tan honorables. Parece ser que los asientos son más cómodos cuanto más calentitos están, y una buena manera de atemperarlos es no abandonarlos nunca o casi nunca. Hay que salir a la calle y ‘escuchar’ a nuestras ciudades, y tener muy en cuenta lo que nos dicen, en sus ‘canciones’ van implícitas sus necesidades y sus anhelos.
Cierto es que hay agentes culturales con una disposición y formación encomiables, admirables, pero se dan de bruces con la caspa y la desgana, y con algunas estructuras arcaicas que, de no eliminar y sustituir por protocolos y formas concebidas con los nuevos lenguajes y las nuevas herramientas, nos seguirán condenando por siempre al vagón de cola en la creación de nuevos talentos y de nuevos embajadores culturales, que aunque algunos no lo vean, solo traen beneficios y progreso a su tierra, a su amada tierra, que no lo será tanto si finalmente tienen que emigrar para buscar oportunidades aquí negadas.
Si queremos que nuestro talento trascienda y sea imagen y bandera de nuestra bella y rica tierra no podemos utilizar métodos obsoletos. No podemos, por ejemplo, invertir cantidades de recursos nada desdeñables en un trabajo final que acaba grabándose en Cds que acaban calzando las mesas de nuestros familiares y amigos. Sigo sin poder entender o averiguar cuál es la razón por la que las personas responsables de actualizar los métodos a usar no ven claramente esta desactualización que nos hace rozar el ridículo fuera de nuestras fronteras, y estar fuera de toda competencia cultural y mercantil de nuestros artistas. ¿Acaso no utilizan, o al menos conocen, Spotify o Youtube? Nosotros propusimos una ponencia donde formábamos sobre las nuevas vías de mercado en la industria musical, y la propusimos a precio de saldo a los cuatro vientos, pero parece ser que el tema interesa poco o nada, pues a día de hoy nadie nos ha llamado ni tan siquiera para informarse.
Mientras sigamos ignorando la importancia de crear esa identidad musical propia, construyendo los mecanismos necesarios para que nuestro talento trascienda y sea una de las mejores banderas a ondear en nuestra tierra, la bandera de la Cultura y el Talento, a la vez que facilitamos a nuestr@s músic@s una lanzadera para asaltar el mercado privado de la industria musical, mientras esto mismo no pase sentiremos la presión de artistas que han de ser sustentados por las instituciones y eso, queridos amigos, eso es jugar en tercera regional cultural.
“Nadie desea lo que no conoce”. Tenemos artistas que han sido prenominados a los Goya como mejor banda sonora original, y en más de una ocasión. Tenemos voces que han sido tildadas de las mejores del país por gente tan influyente como Javier Crahe. Tenemos formaciones en activo con calidad demostrada para copar cualquier festival en cualquier punto del planeta. Tenemos artistas que son más conocidos en otros territorios que en el propio…
Para ello nace ‘Músicos en Movimiento’, para que, con nuestros festivales, se conozca a nuestros artistas en la provincia y nazcan esos lazos de orgullo por nuestro talento, para que seamos profetas en nuestra tierra para empezar.
También para que le brindemos a nuestros artistas escenarios y recursos y puedan estar a la altura de cualquier artista sobre las tablas.
También para dotarles de una promoción potente, con TV, redes, vídeos, fotografías… y demás material que les permita profesionalizar sus dossiers.
También para aprovechar conexiones con mercados musicales exteriores.
Porque si nuestra tierra es rica, qué mejor manera de darla a conocer que a través de la belleza de las obras de nuestros embajadores culturales.
Óscar Elías Martín
