Buscar

Pasado con memoria (XXXVI)

Pasado con memoria (XXXVI)
Foto: Cedida

Los sueños son el arte del encuentro, aunque haya tantos desencuentros entre ellos.

¿Adónde vais? A los toros. ¿De dónde venís? De los toros
Esta expresión dialogada, con matiz de entusiasmo en ‘a los toros’ y de decepción en ‘de los toros’, se utiliza para mostrar la desilusión sentida por aquellos aficionados que acuden a una actuación o espectáculo entretenido o interesante y luego resulta ser todo lo contrario.

Generalmente, el dicho es utilizado por los aficionados a nuestra fiesta nacional que, camino de la plaza, van disfrutando por adelantado del espectáculo y que, sin embargo, regresan desesperanzados, bien por la actuación de los toreros, bien por el mal juego dado por el toro durante la lidia.

Claro está que, cuanto más interés o atención despierta una corrida, mayor puede ser el desengaño si no sale a pedir de uno; de ahí que se diga también ‘Corrida de expectación, corrida de decepción’.

Hay quien dice que los viejos aficionados a nuestra fiesta nacional, cuando, como ocurre tan a menudo, ven deshechas sus ilusiones de ver una buena corrida, suelen recordar a modo de consuelo la popular cuarteta de finales del siglo último siglo:

Ya lo dijo Pepe Moros,
uno que trafica en cueros;
cuando hay toros no hay toreros,
cuando hay toreros no hay toros.

Cabeza de turco
Es la persona o grupo que carga con las culpas por faltas que otros han cometido, liberando a estos de responder por ellas, convirtiéndose aquellos de este modo en chivo expiatorio.

Esta expresión surge en las Cruzadas (siglos XI a XIII) cuando los cristianos luchaban contra los turcos por el dominio de Tierra Santa; turcos que eran víctimas del odio de los cristianos, que tenían una especial predilección por cortarles la cabeza, ya que según ellos los turcos (fueran árabes, egipcios… musulmanes en general) eran culpables de todos los males que aquejaban al mundo, incluidas las tormentas, las tempestades o las mismas guerras. De ahí que cortarles la cabeza y ponerlas en la punta de su lanza o en alguno de los mástiles de los barcos como trofeos era un gran éxito para el cruzado que tal conseguía.

Mandar a la Conchinchina
El sustantivo Conchinchina es una deformación popular de Cochinchina, derivación del nombre francés ‘Cochinchine’; denominación que dieron los franceses al territorio cuando cayó bajo su dominio; deformación, pues, que empleamos de modo coloquial cuando queremos referirnos a un lugar sin determinar y muy lejano, aunque en nuestro hablar diario no hagamos referencia específica a ese lugar vietnamita, del que incluso desconozcamos su existencia, pero que empleamos cuando queremos deshacernos de alguien que nos está resultando molesto o pesado: “Anda vete a la Conchinchina”.

Boccato di Cardinale
O ‘Bocados de cardenales’, se dice supuestamente porque en italiano es ‘boccone’ y no ‘bocado’, aunque exista también la voz ‘boccata’, bocanada de aire. Así pues, esta expresión la aplicamos a cuanto sobresale por su inmejorable calidad, especialmente en lo referente a alimentos exquisitos. Según la teoría más acertada, que se remonta a finales del siglo XVII, el dicho o proverbio “boccone di preti o di cardinali” era muy común en la Italia de aquel tiempo como referencia a la glotonería voraz de los religiosos católicos y a su atávica inclinación por consumir productos culinarios refinados, ‘delicatessen’.

En la literatura española, este ‘boccone’ aparece convertido en ‘bocatto’ sin mayores explicaciones y el propio García Lorca lo utiliza en 1931, en ‘El retablillo de don Cristóbal’ para referirse a personas muy bellas. “Sí señor. Me voy a casar porque doña Rosita es un ‘bocatto di cardinali'”, dice Cristóbal. La historia y sus equívocos también indujeron a pensar en los bocadillos y entremeses que se zampaba la actriz italiana Claudia Cardinale durante sus descansos en el trabajo, que al parecer estaban para chuparse los dedos. En fin, “se non è vero, è ben trovato” (“si no es verdad, está bien compuesto”).

De siete suelas
Se trata de una locución equivalente a fuerte, sólido… que es usada en diversas expresiones (pícaro, ladrón, vago… de siete suelas) para hacer referencia negativa a gente maliciosa y poco honrada, aunque a veces también se aplique a delincuentes menores como rateros, pillos de siete suelas, con referencia indirecta a la fortaleza que debería de tener un calzado hecho con una base de siete suelas, pues antiguamente había locuciones de tres, cuatro o siete suelas, que funcionaban (según el Diccionario de dichos y refranes, Academic) “como un superlativo de prácticamente cualquier adjetivo referido a actitudes o comportamientos; las locuciones significaban, pues, ‘el mejor o más destacado en su género’: un pícaro de tres suelas, un loco de siete suelas”.

Sobre el origen de la expresión ‘Ladrón de siete suelas’, que puede leerse en distintos foros, estaría que en la antigüedad a los ladrones se les solía rastrear por las huellas que dejaban sus zapatos en la escena del crimen y que ese era el motivo de que los ladrones y otros malhechores usaran zapatos con suelas diferentes para confundir a sus rastreadores. Las siete suelas representaban siete zapatos diferentes según los días de la semana y, cuando eso sucedía, se les consideraba los ladrones más astutos y canallas que la sociedad hubiese podido formar.

Nunca es tarde si la dicha llega
Dicha es un sustantivo femenino derivado del latín ‘dicta’ (cosas dichas), plural neutro de ‘dictum’, con el sentido de fatum, suerte, destino.

Generalmente el refrán más utilizado es ‘Nunca es tarde si la dicha es buena’, para indicar que la ventura (la dicha) es siempre bien recibida, que nunca es tarde para llevar a cabo algo útil y beneficioso y por más que haya tardado en llegar, debemos olvidarnos de los sinsabores pasados.

Sin embargo, el refrán es una redundancia o deformación del que encabeza este comentario, que sería el correcto, pues la dicha nunca puede ser ni buena ni mala.

Cagancho
‘Mahizflor’, seudónimo de la aceuchalense María de la Hiz Flores, fue escritora, investigadora, conferenciante y gran seguidora de la fiesta de los toros. Entre sus romances toreros está el que dedicó al sevillano Joaquín Rodríguez Ortega, más conocido como ‘Cagancho’:

¡Olé, Cagancho y olé!,
bronce fundío en Triana
con arrullo de cantares
en una fragua gitana.

El día de tu bautizo
las campanas de Sant’Ana
repicaron más alegres,
y tocaron las guitarras
con garbo de bulerías
tos los flamencos de España.

Porque nasía un torero
mu garboso y presumío,
orgullo de faraones
con salero y con estilo;
un torero mu torero,
espejo de los castizos.

¡Olé, Cagancho y olé!,
¡gitanillo postinero!
Una rejita floría
se me antoja tu toreo
cuando te pones cale
destapando tu salero
y tus jechuras parece
que están pidiendo jaleo
y son de palmas que digan
cuál es tu empaque flamenco.

Que está clamando tu fama
que la canten por fandangos
sentíos como tu ritmo
de puro estilo gitano,
graciosos como tu nombre,
como tu nombre, ¡Cagancho!

Por cierto, Joaquín Rodríguez heredó el apodo de su abuelo Manuel, cantaor de flamenco, gitano de Triana, que ya fue conocido como ‘Cagancho’ desde mediados del siglo XIX, apodo sobre cuyo origen el profesor y crítico taurino catalán Antonio Satainés da dos posibles orígenes. El primero era que en su familia había varios cantaores flamencos a los que llamaban así por un pajarito que, además de ser un excelente cantarín, tenía otra particularidad ‘más gráfica’. La segunda versión mantiene que el padre de Joaquín, además de herrero, era vendedor ambulante de colgadores de ropa, y pregonaba su mercancía diciendo: “A real ca gancho”. Y el ‘ca gancho’ (cada gancho) se convirtió en ‘Cagancho’.

¿Sabía usted…?
… que antiguamente se creía que colocar una cruz en la puerta de una vivienda protegía a sus moradores de enfermedades y de males, y que por eso es frecuente hoy día encontrar cruces talladas en los dinteles de las puertas y ventanas; y que lo mismo sucedía con los establos donde se resguardaba a los animales, pues una cruz sobre su entrada los protegía de enfermedades, maldiciones y mal de ojo?

… que el joven que hace unos años asesino a tres niños en Badajoz actuó, según sus propias palabras, por mandato del dios Moloch, divinidad fenicia y cartaginesa del fuego al que se inmolaban víctimas humanas, principalmente niños o mujeres vírgenes?

… que las conocidas como ‘las nueve princesas de Mérida’ eran jóvenes de corta edad que fueron enterradas con un espléndido ajuar de joyas, que pertenecían a la nobleza de los pueblos germánicos (suevos, vándalos y alanos) que emigraron a Europa desde el bajo Danubio o de las orillas del Mar Negro, y que ese tipo de ajuar era propio de esos pueblos y que por tanto no eran romanas, lo que hace pensar que estas nueve princesas pertenecían al pueblo suevo que a principios del siglo V tomó la ciudad de Mérida?

… antiguamente en Las Hurdes tenía lugar el ‘baile de las morcillas’, ejecutado por los invitados a la matanza que, una vez colgadas estas en el sequero y al ruido producido por el golpeo de sartenes, calderos o tapaderas, ejecutaban curiosos bailes cuya letra entonaban unas cuantas viejas, en la creencia de que así evitaban que la chacinas se estropearse?

… una antigua leyenda afirmaba que cuando el gallo cantaba antes de la salida del sol simbolizaba día de suerte, pero si cantaba tres o más veces seguidas a partir del ocaso indicaba la llegada de enfermedades o incluso la muerte?

… durante la consagración del Templo de Salomón en Jerusalén se mataron 22.000 bueyes y 120.000 carneros?

… el vocablo barbacoa proviene de la palabra carib ‘barbicot’, pues los carib (de ahí la palabra caníbal) utilizaban la ‘barbicot’, una parrilla hecha con ramas verdes, para preparar sus festines caníbales?

… chiringuito proviene de los indianos (los emigrados a América) que cuando volvieron de Cuba, al pedir un café en el bar, decían “ponme un chiringuito”, recordando que los negros de las plantaciones de caña cubanos metían el café hervido en una media y luego la estrujaban para que saliera un chorrito al que llamaban ‘chiringo’, que derivó en chiringuito, nombre con que se empezó a llamar al local donde lo servían?

… el sustantivo grifo (llave que se coloca en la boca de una cañería o en un depósito de agua para regular el paso del líquido) hace referencia a un animal mitológico que según tradiciones asiáticas guardaba y custodiaba el oro y las piedras preciosas, despedazando con sus garras a cuantos intentaban hacerse con estas riquezas, imagen que en la antigüedad se empleó para adornar las bocas de salidas del agua de las fuentes?

… las flores están presentes en los ritos funerarios desde tiempos prehistóricos porque las usaban para encubrir el mal olor de los cuerpos putrefactos o para atraer los buenos espíritus?

… que nuestro Domingo de Ramos tiene mucho que ver con la fiesta del Año Nuevo celta, cuando los druidas (sus sacerdotes) iban al bosque sagrado y con una hoz cortaban ramas que luego repartían entre sus fieles como si de un amuleto se tratara?

… que el rey Carlos II de España dormía con un confesor y dos curas en su alcoba para que lo protegieran del diablo?

ENTRADAS RELACIONADAS

De andariegos insomnes está cuajado el mundo de los indecisos. Curiosos apellidos familiares ¿Tiene algo de común el apellido Encina...
Los Pueblos más bonitos de España, según la Wikipedia, es una asociación española creada en 2011 para promocionar, difundir, fomentar...
¡Ojo con los policías del pasado, no vayan a publicar nuestras oscuras intenciones! Humoradas de antaño En una ciudad española...
No cabe duda de que el escritor madrileño Francisco de Quevedo, muerto (pobre y abandonado, en la miseria) en Villanueva...
Los recuerdos puntuales también suelen pasar de la memoria. ¡Vete al infierno! Son numerosas las expresiones coloquiales que se aplican...
¡Ojo! No vaya a romperse el hilo de tu memoria. Candil sin torcía, mujer sin guarida Demuestra la triste situación...

LO MÁS LEÍDO