Anuncia Maján
Como se dice por tierras extremeñas, ‘es menester’ empezar deseando a nuestros lectores todo lo mejor para este 2025 que empieza; un año que supone alcanzar el cuarto del siglo XXI y que, además, viene cargado de conmemoraciones. A lo largo de todo este año los españoles recordaremos que hace 50 años empezó el periodo de recuperación de las libertades democráticas. Un tiempo que, con sus claroscuros, ha sido sin dudarlo el más largo y fecundo de nuestra historia reciente en paz, progreso y libertad. Aprendamos las lecciones de lo vivido en provecho del futuro.
La sociedad española de 2025 poco tiene que ver con la de 1975. Es más abierta, tolerante e inclusiva, una transformación fruto de una incesante tarea de concienciación y activismo de muchos, incluyendo las organizaciones sociales, también las de la discapacidad.
Y también la discapacidad, en este caso la visual, tiene algo que conmemorar en este año. Se cumplen 200 años de la publicación, por parte de un jovencísimo Louis Braille, del sistema de lectoescritura que lleva su nombre, y que ha permitido el acceso a la educación y a la cultura de millones de personas ciegas y con discapacidad visual a lo largo de la historia. En estos dos siglos de vida el sistema Braille ha sabido adaptarse y evolucionar más incluso que la escritura tal y como la conocemos, pasando del punzón para marcar los puntos a la más moderna tecnología.

La historia de la lectoescritura para personas ciegas tuvo sus inicios con los franceses Valentín Haüy y su impresión de letras normales en relieve; y Charles Barbier, militar autor de un código de puntos para el envío de mensajes cifrados en el ejército, que serviría de inspiración para Louis Braille, ciego desde su infancia.
Actualmente el Braille está presente en todos los aspectos de la vida diaria de cualquier persona ciega, desde los medicamentos y alimentos hasta los desplazamientos diarios; en la forma de acceder al ocio y la cultura; y, sobre todo, en la actividad laboral, gracias a las líneas Braille, los lectores de pantalla, el almacenamiento digital o los teclados especiales para teléfonos móviles.
Además, el sistema Braille se ha aliado con las nuevas tecnologías, debido a las amplias posibilidades que ofrecen para enriquecerlo y adaptarlo a las necesidades de los usuarios.
La jefa de la Unidad de Braille de la ONCE y de la Comisión Braille Española, Marina Rojas, en declaraciones a la agencia Servimedia, puso de manifiesto que “para las personas ciegas, el Braille supuso un antes y un después”. “Antes estábamos aisladas de la sociedad y ahora, gracias al Braille, estamos plenamente integradas”, añadió.

En España, el aprendizaje del Braille desde muy temprana edad se garantiza a través de un modelo personalizado de inserción educativa, ligado a la alfabetización. Además, se ofrece este aprendizaje a quienes pierden la vista a cualquier edad, con el uso de metodologías variadas y con una enseñanza adaptada a cada persona; este programa de enseñanza para adultos es conocido como ‘Ponte a punto’. Las normas de uso y desarrollo del sistema Braille las fija la Comisión Braille Española, entidad constituida en 1984 por la ONCE, que asimismo asume la responsabilidad de asesorar a empresas y organizaciones para incluir el sistema en sus productos y servicios.
La directora del Servicio Bibliográfico de la ONCE, Carmen Bayarri, explicó a Servimedia que durante los últimos años se ha desarrollado ‘Braitico’, el sistema de enseñanza del Braille a los más pequeños, premiado internacionalmente; igualmente es destacable la creación y evolución del editor de textos braille Ebrai, uno de los mejores del mundo, en constante evolución y al que se puede acceder desde cualquier lugar, favoreciendo el acceso al Braille a todas las personas ciegas.
Con motivo del segundo centenario del sistema Braille se han preparado varias actividades, como la participación de la ONCE en un congreso que se celebrará en Oporto, así como la segunda edición del concurso ‘Braille.nova’. También se pretende impulsar la aprobación de la normativa que regule el etiquetado Braille en productos de consumo.