No es la primera vez que escribo un artículo sobre el tiempo. Siempre me ha gustado observar con máximo detenimiento el segundero de un reloj analógico o los relojes de arena, donde se puede apreciar el tiempo encapsulado en un envase de vidrio. Capta mi atención cómo la arena de la parte de arriba, el futuro, va cayendo con cada diminuto granito y se va convirtiendo en nuestro pasado, un pasado que es irrevocable, pues no podemos volver a rehacer lo ocurrido. Solo el presente está en el aire, un presente que dura lo mismo que la acción a la que estamos atendiendo. El tiempo va dando forma a nuestra vida y, es curioso, resulta difícil interpretarlo en palabras.
Son muchas las cosas que nos mantienen en constante movimiento y estrés. Los compromisos y las obligaciones, sumados a la constante aceleración o urgencia, se convierten en el centro de nuestras vidas, amenazando la paciencia y el bienestar, agujereando la calidad de vida y la paz interna, lo que va totalmente en contra de lo que significa una buena inversión en salud mental, la cual requiere tiempo y compromiso.
Si te parases a pensar que el pasado siempre es pasado de un presente ¿Cómo actuarías en ese preciso instante? Estoy segura de que lo harías con plena consciencia.
El tiempo ahora dedicado contribuye a un futuro más satisfactorio y enriquecedor en los puntos que son importantes en tu vida, bien sean logros profesionales, crecimiento personal o relaciones enriquecidas.
La mente debe tener un constante recordatorio; con ella debemos trabajar a diario, o de lo contrario nos arrastrará a su capricho y siempre andaremos con prisa para llegar a algún sitio al que nunca se llega. Como decía Jean Cocteau, “Desde el día de mi nacimiento, mi muerte comenzó su caminata. Camina hacia mí, sin prisa”.
Esta Navidad prepara tu propio regalo y dedícate tiempo a ti mismo. Detente, utiliza aquel reloj sin notificaciones que está olvidado en un cajón y descansa. Permítete ser consciente de mantenerte en el presente mucho rato, conseguirás vivir una vida más plena y equilibrada.
Que pasado, presente y futuro no se conviertan en un recurso escaso para ti; este es mi deseo para todos y cada uno de vosotros en este año que en breve dará comienzo.