En ocasiones me preguntan “¿Por qué siempre elijo el mismo perfil?”, “¿Por qué tengo miedo a una infidelidad?”, “¿Por qué al empezar una pareja paso de estar en tranquilidad a un estado de nerviosismo continuo, además de desconfianza e inseguridad en la otra persona?”.
Esto puede ser debido a experiencias a priori en las que el individuo ha sufrido en exceso por faltas de lealtad de su pareja, o le recuerdan historias previas de la infancia que le hacen revivir ciertas vulnerabilidades que la persona aún no sanó y le sobreviene una necesidad de justificarse todo el rato con la otra persona.
Está claro que, para empezar una relación con alguien y tener un amor correspondido de pareja, primero hay que estar estable a nivel afectivo; cada individuo por separado deberá conocerse a fondo para sanar sus traumas pasados, viendo la relación que se empieza desde la igualdad y desde la estabilidad emocional de ambos. En ocasiones, hay personas que, por miedo a la soledad o por miedo a mirar hacía dentro, terminan una relación y empiezan otra; esto es un error, porque serán infelices tanto uno como el otro, dado que al final una de las dos personas está en desigualdad.
Hay diferentes tipos de relaciones y en ocasiones hay hasta acuerdos privados en la relación sobre si la pareja es abierta o hay infidelidades, pactos económicos… Cada relación es un mundo, pero lo que está claro es que casi todo el mundo quiere un amor de pareja bueno que le sume y le facilite la existencia, viviendo momentos bonitos y evitando el sufrimiento. Y para ello, lo primero que ahí que hacer, cuando a nivel individual se han trabajado los traumas y se ha pasado el duelo, es disfrutar de estar con uno mismo, y ahí quizás llega el amor de pareja, porque se está preparado para dar y recibir en igual medida desde la bondad y dejando atrás traumas de celos o posesiones en relaciones tóxicas. En ese momento, si aparece una persona que nos encaja deberemos tirarnos al vacío sin paracaídas, dado que amar es un acto de fe; debemos darnos la oportunidad de dejarnos sorprender, de conocernos mutuamente y de ir viendo hacía dónde nos lleva la relación, sin pensar en que nos será infiel u otra persona le gustará más que nosotros… inseguridades pasadas que a muchas personas les atormentan.
Si aparece alguien interesante a tu vida no te cierres puertas, conócela, quizás te lleves una sorpresa y seguramente te interese más de lo que creías.