Durante los últimos años, tradicionalmente hemos empleado el último artículo de cada anualidad para hablar sobre ‘Arte en común’, un programa cultural que busca acercar el arte contemporáneo al gran público a través del patrimonio histórico-artístico mediante la organización de talleres, exposiciones, encuentros y visitas guiadas que pongan en valor ambos elementos de la cultura extremeña.
Tras pasar las últimas ediciones por la comarca de Olivenza, la Mancomunidad Don Benito-Villanueva, la comarca de Llerena o Campiña Sur, el proyecto quedó truncado, con su nueva edición en ciernes, al cancelarse su principal fuente de financiación, proveniente de la Diputación de Badajoz mediante convocatoria pública, a la que se iban sumando otras entidades de la zona a intervenir, como ayuntamientos, instituciones educativas, asociaciones culturales o entidades mancomunales, con las que se colaboraba estrechamente.
Dicho esto y dada la situación actual, no quisiéramos dejar caer en el olvido las tres citas anteriores, con la esperanza de que el programa pueda volver a desarrollarse durante el próximo 2021.
De esta manera, recordamos 2017 con una primera edición tomando como sede el Museo Etnográfico de Olivenza, desde donde pivotaban el resto de las actividades, conformadas por talleres de arte contemporáneo para estudiantes de Secundaria, visitas guiadas y un último encuentro de los participantes en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (Meiac) de Badajoz. En esta ocasión, el artista local Augusto Andrade realizó una intervención específica sobre la colección del propio museo bajo el título ‘Lugares comunes’. Una exposición que buscaba recuperar la relación entre arte contemporáneo y público a partir de espacios más cercanos y reconocibles para el espectador, con el fin de generar esos lugares comunes donde convivan tradición y actualidad.

La segunda edición viajó hasta la Mancomunidad Don Benito-Villanueva, donde el pacense de Torremayor, afincado en Sevilla, Rubén Fernández Castón desarrolló una intervención exprofeso en el Museo de Don Benito, un palacio modernista del siglo XIX. Una espectacular arquitectura coronada por una cúpula de vidriera a partir de la cual el artista generó todo un despliegue de colores y formas que interaccionaban con el relato propuesto por los contenidos del museo, bajo el título ‘De veletas, urracas y otros reflejos’. A las actividades replicadas del año anterior se sumaron nuevas acciones, como las visitas guiadas para colectivos específicos o las jornadas de profesionalización, destinadas a artistas de la zona.

Por último, ‘Arte en común 2019’ recabó en la histórica localidad de Llerena y las poblaciones de la Campiña Sur, generando una nueva exposición específica, de nombre ‘X tiende a infinito’, dentro de la propia colección de su Museo Histórico, un palacio episcopal del siglo XV que destaca por la profusa decoración mural y su estado de conservación, lo que hace única su edificación. Las pinturas tardomedievales y sus elementos geométricos conectaban directamente con las investigaciones de Miguel Ángel Cardenal sobre geometría y patrones de repetición, proponiendo un diálogo entre patrimonio y arte contemporáneo en igualdad de condiciones, relacionando creaciones con más de 500 años de diferencia. Todo ello rodeado de las actividades ya habituales en ediciones anteriores, tales como los talleres de arte contemporáneo para adolescentes, las visitas guiadas generales y para colectivos específicos, las jornadas de profesionalización o los encuentros finales en el Meiac.

Esperemos pues, que este 2020 no sea tanto un final, sino más bien una pausa para barbechar.