Despreciar bastones verdes insinuando que no están homologados es de necios y genera una desconfianza innecesaria.
Usar la palabra ‘homologación’ es el comodín de las personas ignorantes para justificar su desconocimiento o, simplemente, para evitar el esfuerzo de explicar su falta de comprensión. Esto se puede confirmar cuando dichas personas saben que se compran bastones blancos por internet sin ninguna calidad.
La palabra ‘homologación’ nos indica que algo reúne las condiciones necesarias para cumplir con unos requisitos o estándares que previamente han sido establecidos. En el contexto de productos sanitarios (como los bastones de movilidad), la homologación verifica y certifica que el producto cumple con requisitos técnicos, de seguridad y de calidad por las autoridades competentes o una norma específica.
En la Unión Europea la homologación de productos implica que el fabricante realiza una evaluación para asegurar que cumple con los requisitos esenciales relacionados con la fabricación, el diseño, la seguridad y el rendimiento del producto. Como resultado se otorga el marcado ‘CE’ para poder ser comercializado y utilizado en el mercado europeo.
Imaginemos que un equipo de fútbol viste de blanco, y que además es el único distribuidor de camisetas deportivas en todo el país pero que solo vende camisetas blancas. Y que, cuando los ciudadanos prefiriesen otro color, apareciera la lealtad de los aficionados influyendo en la libertad de escoger, justificándolo con que los colores distintos al blanco no están homologados. Esta acción compromete la imparcialidad y la objetividad de escoger una camiseta de color distinto al blanco.
De manera similar, cuando una organización con la exclusividad de distribuidor de bastones de movilidad solo los vende de color blanco, y sus propios aficionados explican que los bastones verdes no están homologados, es evidente que provoca la falta de opciones de colores, limitando la capacidad de las personas para encontrar un bastón que se ajuste a su visión que les brinde un sentido de identidad y confianza. Esto influye y limita la libertad y capacidad de escoger el color que mejor se adapta a las preferencias individuales de cada individuo.
Por supuesto, los bastones verdes de movilidad para las personas con baja visión están homologados porque cumplen con las regulaciones de calidad, sanidad, seguridad y eficacia establecidas. Esto incluye pruebas de resistencia, durabilidad, estabilidad y ergonomía, entre otras, y documentación técnica que respalda la eficacia del producto. Y por eso disponen del certificado ‘CE’ que permiten su comercialización y uso en la Unión Europea.
Ante lo anteriormente planteado, si la organización es la única entidad encargada de la distribución de bastones de movilidad, por conveniencia solo distribuye bastones blancos, y permite el mensaje falso de sus ‘leales aficionados’ de que otro color no está homologado, se plantea una serie de problemas y preocupaciones en términos de competencia, transparencia y de diversidad de opciones.
Podemos confirmar que la organización es la responsable de influir en el proceso de aceptación del bastón verde homologado.